El calendario de la moda de este año ha cambiado debido a la pandemia. Las grandes firmas y diseñadores de la moda internacional implementaron diversos protocolos de seguridad para llevar a cabo presentaciones y eventos presenciales. Otras marcas tan reconocidas como Prada, incursionaron por primera vez en desfiles 100% digital para mostrar al mundo sus últimas colecciones.
Por Ana Beliza Mercado / Editora de moda/ @anabelizam
Mientras escribo este texto no puedo evitar pensar en city of stars. “The Chanel Dream”. Sale el sol en la ciudad de las estrellas y con él, las posibilidades de los sueños tal como una película clásica. La luz de la ciudad y la señal de estar en el lugar de lo posible, la celebración de un tipo de glamour que por un tiempo parecía perdido, que hoy viaja en el tiempo y que de cierta manera -a pesar de
hacerse inalcanzable a simple vista- te reitera en letras enormes que en lugar de leer Hollywood pareciera que dijeran sueños y realmente leen CHANEL, que nada está tan lejos como parece.
Un homenaje sentido y alegre a la exquisitez de las relaciones y con ella a la relación constante de las estrellas de Hollywood y la Maison, hasta nuestros días. Desde una entrevista en donde a Marilyn Monroe le preguntan qué utiliza para ir a dormir a la cual ella contesta “just a hint of Chanel No 5”, la relación de Coco Chanel y las actrices de Hollywood ha sido inminente. Y sin querer queriendo el 2020 si bien fue el año de la virtualidad, quizás ha sido de los años en los que hemos pasado más tiempo frente a una pantalla. Así las cosas qué mejor manera de cerrar París Fashion Week que rindiéndole un tributo al trabajo de la Maison y su legado, en la pantalla grande. Todos desde pequeños, tenemos estrellas de Hollywood que admiramos por su carácter, su estilo, su estética, la idea fabulosa de la existencia de estos seres casi sobrenaturales que viven en una montaña en Santa Mónica lejos de aquí.
Desde Grand Palais frente al mundo, Viard lleva estos seres a París y a todos los lugares por medio de un lenguaje diario, el lenguaje del vestir, en donde un look simple como jeans y t-shirts produce una fascinación especial en el cuerpo offline de esa persona cuyo talento trasciende las pantallas. La celebración de esta relación y las musas me despierta una curiosidad bonita y algo romántica de la necesidad de devolver el tiempo. Una nostalgia alegre en jeans de tonos saturados y rosados, en luces neón que leían los sueños de estas artistas cuyo talento reflejaba mensajes que obtendríamos en todas partes en formato de película –expresado en el conteo final del “5” que se puede ver estampado en algunas piezas- y en un ir y venir constante alrededor de ese glamour en su momento inalcanzable, propiedad intelectual de la visión de Gabrielle Chanel en estas musas.
Hoy Viard lo pone a disposición del mundo y su comunidad, hoy por unos instantes todos estuvimos allí muy cerquita de aquel cartel mítico gigante que significó y significa tantas cosas. Las siluetas muy ceñidas en la cintura, el juego de la marroquinería como joyería, el uso de las transparencias y un tweed ligero hablan de manera fluida de la sinergia especial de los elementos de la historia de la casa junto con ideas contemporáneas. Una mujer de una edad indescifrable pues podría ser todas las mujeres y un común denominador, como esa musa insaciable que llena de glamour moderno, accesorizado y portable, alimenta un imaginario colectivo en donde por 15 min – como diría Warhol – podemos viajar en el tiempo y ser figuras glamourosas que brillen al caminar, just like the movie stars.
Una colección, colorida, ligera y versátil que como les contaba anteriormente me genera una curiosidad bonita del lenguaje de Maison Chanel, a través de los ojos de Virginie Viard.
Dion Lee
Dion Lee es una de mis marcas favoritas aunque entró en el radar del NYFW y la élite de it girls –como Gigi y Bella Hadid y Emily Ratajkowski- hasta este año. Una marca vibrante, joven, sensual y minimal que celebra la delgada línea entre lo masculino y lo femenino, el tejido de punto y el sex appeal como parte orgánica del día a día. Es un label fresco que celebra la belleza atípica y que además ha contado con la modelo Natalia Montero – la única modelo colombiana que ha desfilado para todos los grandes diseñadores del mundo- como protagonista de una de sus últimas campañas.
Para esta temporada Lee cambió un poco la estética de lo que se venía proponiendo en la marca desde el 2018 y se imaginó un mundo en donde NYC -debido al cambio climático- se encontrará con un clima tropical constante.
Dentro de este universo protagoniza la colección una silueta literal de la hoja de “balazo” como en Colombia comúnmente la llamamos, que hace parte de casi todos los paisajes de fauna desde climas templados hasta cálidos dentro de nuestro trópico colombiano. Un símbolo que hoy es re significado por este gran diseñador australiano.
Adicional a estas prendas hay como siempre un juego entre géneros con un hincapié hacia una investigación nueva como el croché y los tejidos. Elementos que nuevamente en Colombia consideramos cotidianos y que hoy marcan la línea de lo que serán las creaciones de los creativos más relevantes de New York y del mundo.
DIOR
La inspiración tras un año en confinamiento para Maria Grazia Chiuri –directora creativa de Dior- fue la redefinición del Dior New Look. Una propuesta que durante los orígenes de la Maison hizo famoso a Christian Dior como el responsable detrás de una nueva silueta que celebraba y liberaba a la mujer. Hoy después de ocho meses de vivir en un mundo que no parece el nuestro, Maria Grazia habla de la importancia de la interpretación contemporánea de este look -que para ella- está compuesto de tres elementos distintos: Chaqueta, pantalón y camisa.
Acompañada de la visión artística de Lucia Marucci y sus collages de 1960 -que interpretados como vitrales de una catedral- adornaban el lugar del desfile, Chiuri presenta en parís una colección que para ella es la interpretación de este Dior New (really new) look con un toque de comodidad ya que las prendas también fueron pensadas para asumir de manera práctica el momento que atraviesa la mujer Dior y todas las mujeres.
Un paralelo lejano de lo que creeríamos sería un desfile inspirado en el “Dior New Look” ya que es una interpretación muy cercana a las raíces italianas de su directora creativa y su anhelo por acompañar a esa mujer cada vez más práctica y ligera a lo largo de su camino.
Johanna Ortiz
Celebrando con Natalia Montero como imagen de la campaña, la magia –muy conocida ya de Johanna- de vivir en el trópico, la última colección de esta colombiana que ha hecho suspirar al mundo entero con la fantasía de las palmeras y la salsa, celebra una mujer que si bien hace un homenaje a sus raíces y su Cali natal, es consciente del mundo en el que vive y su ritmo.
La nueva colección de Johanna está ajustada a una realidad que hoy nos exige cosas distintas y que a su vez necesita de inspiración constante para mantener arriba el ánimo y espíritu del ser creativo. Una observación más tranquila y simplificada de la marca intercambia los célebres boleros de Ortiz por estampados y bordados que hacen resonar la brisa de las palmeras- que pareciera- cobran vida en el desfile.
Una canción constante a ese amor local, latino, que ha hecho que todas quieran vivir como Johanna, bailando en el trópico y que hoy con un enfoque distinto, genera piezas inclusivas, que pueden utilizar mujeres de distintas edades y que también pueden correr por las calles, ir en el metro o simplemente bailar dentro de una pequeña habitación -sin importar donde estés- para celebrar el aquí y el ahora.
Una celebración bonita de la mujer caleña y todos sus matices, florecidos y algo más maduros desde los ojos de esta hermosa marca local de talla global.
Mucho amor y sabrosura pura,
Su Latingal,
Beli.
