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Chaneme, 40 años de feliz alianza con Volvo

Una parte importante de la maquinaria amarilla que está activa […]

Una parte importante de la maquinaria amarilla que está activa en el país tiene dos marcas de reconocimiento sólido: Volvo y SDLG, ambas representadas por esta empresa nacida en 1982.

La maquinaria de Chaneme tiene la marca tradicional de Volvo y de SDLG, que también pertenece al grupo sueco.

Chaneme Comercial es una de las compañías que le ha apostado a traer maquinaría de la más alta calidad y avanzada tecnología a Colombia. En este 2022 cumplirá 40 años cumpliendo dicha labor; a propósito, son las mismas cuatro décadas las que la empresa lleva ligada a una marca de prestigio mundial en el sector: Volvo.

“En el mercado colombiano solo hay dos firmas que pueden decir lo mismo y una de ellas somos nosotros”, destaca William Smith, gerente comercial de Maquinaria de Chaneme.

“Ha sido una relación muy productiva, de fidelidad con el proveedor y también con nuestros clientes, que reciben todas las garantías de calidad y experiencia”, indica, por su parte, Germán Álvarez, gerente general de la firma.

Hoy Chaneme no solo tiene en su portafolio la maquinaria de punta que lleva el rótulo tradicional de Volvo, sino también la de SDLG, otra línea tecnológica del mismo grupo sueco, producida en China y muy demandada en Colombia.

Son miles las unidades de maquinaria amarilla de estas dos marcas que están activas hoy en el territorio colombiano, para mejorar, por ejemplo, la infraestructura vial; para sacar la producción de la actividad minera; para construir las viviendas que necesitan los colombianos o para mover en los puertos lo que se exporta e importa.

Y detrás de ello está el trabajo de Chaneme, que acumula ya más de 3.000 clientes en todo el país. Tiene presencia en las cuatro principales capitales, y cuenta con un centro de distribución y taller en Bogotá.

William Smith, gerente comercial de Maquinaria, y Germán Álvarez, gerente general de Chaneme.

RECUPERACIÓN TOTAL

Las ventas anuales de la empresa, que en condiciones de normalidad han rondado los 130.000 millones de pesos (unos 35 millones de dólares), lograron una recuperación rápida en 2021, a la par con la economía nacional. “Fue un año bastante dinámico comparado con 2020, que resultó muy difícil por la pandemia. El crecimiento del mercado, de acuerdo con cifras consolidadas hasta octubre, fue del 100 % frente al mismo periodo de 2020: de 630 unidades pasó a 1.260 mensuales en categorías en las que participamos”, asegura Smith.

Chaneme importa máquinas Volvo con tecnología de punta; estas ofrecen consumo eficiente de combustible, lo cual hace que la productividad para los clientes sea más rentable debido a que estos equipos abaratan los costos operativos.

Un motor Volvo puede consumir entre 10 y 40 % menos de combustible, según el modelo, que uno de la competencia. “La diferencia resulta de que otros motores a máxima potencia llegan a 2.200 revoluciones por minuto, mientras que el nuestro no pasa de 1.700, lo cual le da más durabilidad también”, agrega el gerente general de la compañía.

“Adicionalmente, son máquinas llenas de sensores y con sofisticada telemática, lo que permite un monitoreo constante de su funcionamiento y estado. Estos indican, por ejemplo, si hay un nivel bajo de aceite o si es momento de cambiar una pieza. Este monitoreo se puede hacer por internet. El dueño puede vigilar a distancia cómo está funcionando todo”, explica Álvarez.

Chaneme tiene igualmente una oferta simple tech, a través de la marca SDLG, que ofrece equipos más económicos y un poco más mecánicos, pero con los más elevados niveles de seguridad, certificados para proteger a los operarios de volcamientos y caídas de objetos. La diferencia en consumo de combustible contra la marca premium no es grande, pero la maquinaria de SDLG tiene ventajas en este aspecto frente a la competencia.

PRESENCIA FUERTE

El portafolio del Grupo Volvo es amplio. El segmento Compacto (máquinas pequeñas) comprende minicargadores, miniexcavadoras, retroexcavadoras y cargadores compactos.

En el segmento más industrial, denominado GPE (equipos con propósito general, por su sigla en inglés) ofrece camiones articulados y rígidos que basculan muy bien en terrenos difíciles como un río o una cantera, a niveles superiores a los automotores de este tipo que circulan normalmente en la vías del país. Así mismo, excavadoras que se desempeñan a la perfección en vías y minas; y cargadores con altos niveles de operatividad y resistencia en muchas actividades: desde minería y construcción hasta fábricas y puertos.

“Estamos muy enfocados en los equipos GPE. En este segmento vamos a cerrar el año con una participación entre el 9 y el 10 % del mercado”, puntualiza Smith. SDLG es la segunda marca del mercado de cargadores, línea en la que Chaneme logró igualmente un crecimiento del 100 % con respecto a 2020. “El conjunto de las dos marcas nos sitúa en una posición destacable dentro del segmento”, recalca, mientras tanto, el gerente Álvarez.

En el área de Procesos Industriales, Chaneme también ha alcanzado una participación muy importante. “Nuestros equipos son actores protagónicos y referentes en el manejo de granel en los puertos, en las principales cementeras, en la minería de carbón coquizable y en la movilización de materiales para la industria, entre otros campos”, explica Smith.

Chaneme ha tenido una relación muy productiva con el proveedor (Volvo) y con sus clientes. Estos reciben todas las garantías de seguridad, calidad y experiencia.

GARANTÍAS AMPLIAS

“Un punto importante es que, tanto con Volvo como con SDLG, ofrecemos una garantía más amplia que la de nuestros competidores –asevera Smith–. La nuestra es de un año sin límites de horas de funcionamiento, mientras que en las marcas de tecnología simple de la competencia es limitada a un año o a 2.000 horas. Si se hacen 3.000 horas al año, por ejemplo, la garantía del equipo se acaba en pocos meses. Con SDLG, si se llega a 5.000 horas al año, se tienen cubiertas esas 5.000 horas”.

Como si eso no bastara, la garantía de Chaneme abarca más componentes. “La máquina nuestra está garantizada completamente, mientras que las otras solo incluyen los sistemas principales, mas no el sistema eléctrico y, en algunos casos, no cubren el sistema de aire acondicionado”, precisa el gerente.

Otro tipo de garantía que brinda la compañía está destinado a los repuestos que distribuyen. Si el repuesto original que venden es instalado por uno de sus técnicos, dicho componente tiene dos años de garantía”, agrega.

La sofisticada telemática de los equipos de Chaneme, que permite, como se indicó anteriormente, el monitoreo permanente a través de un sistema dual de GPS y satélite ayuda a saber cómo ha sido el manejo, a detectar cualquier falla y a recibir alertas sobre el estado de los componentes que evitan paradas costosas. Ello también facilita el trabajo del servicio técnico y de posventa de la firma. Este, en primera instancia, puede evaluar y resolver problemas de manera remota, incluso desde otro lugar del mundo. Y si no es posible, puede enviar técnicos desde cualquiera de las ciudades donde Chaneme tiene presencia, con la información, las herramientas y los repuestos adecuados, al sitio en el cual se encuentra el equipo, para ponerlo a funcionar de manera óptima.

Conectado con lo anterior, la empresa ofrece algo muy apreciado en los procesos industriales: los contratos de disponibilidad. Al cliente se le garantiza un porcentaje de utilización de la máquina durante el periodo de contrato, con monitoreo, mantenimiento preventivo y previsión de la duración de los componentes, cuyos repuestos se aseguran en el inventario para hacer el cambio cuando sea conveniente o necesario.

“Es algo similar al mantenimiento aeronáutico. Esa garantía de disponibilidad de la máquina le genera mucha tranquilidad al cliente”, anota Álvarez.

“Nuestra garantía de disponibilidad de máquina le genera mucha tranquilidad al cliente”

GERMÁN ÁLVAREZ, GERENTE

Otro valor agregado, ya no de Chaneme sino de Volvo, es la remanufactura de partes en las mismas condiciones y especificaciones de garantía del repuesto original. Chaneme, en todo caso, se encarga de enviarle al fabricante el cuerpo principal con el fin de cambiarle componentes y actualizarlo en tecnología. El costo puede oscilar entre un 50 y un 60 % de un repuesto completamente nuevo.

“Todas estas facilidades explican por qué Chaneme, después de 40 años, mantiene intacta la confianza de sus clientes”, concluyen los voceros de la firma.

MOTORES QUE RESPETAN EL MEDIO AMBIENTE

Colombia no está ambientalmente regulado en cuanto a maquinaria amarilla, razón por la cual aún pueden ingresar al país motores sin certificación de emisiones. No obstante, los automotores que importa Chaneme cumplen con la norma más exigente para el tipo de combustible que está disponible en el país (equivalente a etapa 3 en Europa). Son máquinas que, por lo general, contaminan menos que las otras.

“Sin embargo, Volvo ya tiene motores para combustible etapa 4, con menor contenido de azufre que el disponible en el país. Ecopetrol anunció que tendrá este combustible más limpio a finales del próximo año o a principios de 2023. Cuando eso ocurra, podrían surgir restricciones para la entrada de maquinaria que hoy llega sin problema alguno”, comenta William Smith.

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