EFE. Parlamentarios de varios países europeos e iberoamericanos han remitido una carta a la presidenta del Congreso español, Meritxell Batet, en contra de la visita a España del presidente de Colombia, Gustavo Petro.
El mandatario colombiano inicia este miércoles su primera visita de Estado a España, con el objetivo de robustecer las relaciones bilaterales en lo económico y comercial, pero también tratar el proceso impulsado en el país latinoamericano para conseguir lo que Petro denomina ‘la paz total’.
El envío de la carta a Batet coincide con la protesta convocada para este miércoles por el Foro Madrid, que promueve la Fundación Disenso de Vox, con motivo de la intervención del presidente de Colombia ante el Parlamento español.
Foro Madrid se presenta en su web como «una alianza internacional de líderes, entidades y partidos que defienden la libertad, la democracia y el Estado de Derecho ante el avance de la extrema izquierda en países de ambos lados del Atlántico».
Entre los firmantes de esa carta figuran los 52 diputados de Vox, partido opositor de extrema derecha que es la tercera fuerza política del Congreso, por detrás del Partido Socialista, que gobierna España, y de los conservadores del Partido Popular.
En la misiva, suscrita por 157 parlamentarios, el Foro Madrid denuncia que el izquierdista Petro representa los intereses del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla, organismos que, según dicen, «buscan imponer en Iberoamérica una hegemonía amenazante de los principios de la democracia, las libertades y el Estado de Derecho».
«Petro pretende que España sirva de puente al resto de Europa para imponer sus falsas narrativas, las cuales solo beneficiarían a las tiranías iberoamericanas y a las mafias del narcotráfico», aseguran los firmantes.
En su opinión, la gestión del presidente colombiano durante sus primeros meses de gobierno ha sido «sumamente lesiva» para su país.
En lugar de concentrarse a resolver los problemas del pueblo, argumentan, se ha dedicado a «promover la legalización de las drogas, a desmoronar la legitimidad de las Fuerzas Armadas y de Policía, a otorgar impunidad a los grupos terroristas (…) y a acabar con la economía».
Respecto a su política internacional, indican que su prioridad ha sido «interceder y legitimar» el gobierno venezolano de Nicolás Maduro y «desestabilizar» a las instituciones democráticas de Perú.
Y critican que omita los «problemas reales» de Iberoamérica, entre los que señalan las «tiranías castro-comunistas» (en alusión a Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela), los presos políticos y el uso de «maniobras antidemocráticas» por parte de los gobiernos vinculados al Foro de Sao Paulo para perpetuarse en el poder.
