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Luis Jaime Salgar gobierno

Mejor Así: Un guardián de las instituciones colombianas

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Muchas de las iniciativas que la actual administración busca poner en marcha exceden las reglas constitucionales aplicables, desconocen la función de los distintos órganos que conforman la estructura institucional del país e incluso atentan contra los propósitos que persiguen.

Por: Luis Jaime Salgar Vegalara. Mejor Así

El gobierno de Gustavo Petro ha acarreado enormes retos para el régimen institucional colombiano. Aunque se amparan en objetivos que todos perseguimos como la paz, la promoción de condiciones básicas de igualdad y la protección del ambiente, las propuestas que se han anunciado y las iniciativas que se han implementado generan gran incertidumbre.

Muchas de las iniciativas que la actual administración busca poner en marcha exceden las reglas constitucionales aplicables, desconocen la función de los distintos órganos que conforman la estructura institucional del país e incluso atentan contra los propósitos que persiguen.

La experiencia alcanzada en los más de 30 años de vida que tiene la Carta Política del 91 evidencia la necesidad de articular los cambios estructurales que exige la sociedad colombiana con la preservación de los parámetros fundamentales sobre los sistemas democráticos. La transformación de la sociedad debe hacerse a partir de reglas mínimas comunes, indispensables para guardar un adecuado equilibrio entre lo que se modifica y lo que permanece. La continuidad de las reglas jurídicas básicas confiere una seguridad imprescindible para que las sociedades y las personas que las integran puedan proyectar el futuro.

Las garantías individuales, la propiedad privada y el derecho a adelantar actividades productivas dentro de los límites de la ley y del bien común se han visto afectadas. El actual gobierno exhibe una permanente desconfianza frente al papel de los particulares en la circulación de bienes y el acceso a servicios de las más diversas naturalezas, desde los alimentos hasta la salud, pasando por la infraestructura y la transición energética. En fin, frente al papel de los particulares como agentes generadores de desarrollo.

Un escenario político de tal naturaleza obliga a que haya una fuerte participación desde distintos sectores de la sociedad en aras de que las transformaciones que se proponen -muchas de ellas con las mejores intenciones- no terminen por deteriorar lo que tanto nos ha costado edificar.

Es necesario que la voz de quienes hoy representamos una minoría frente a la propuesta política vencedora en las urnas sea oída. El triunfo en las urnas no configura una potestad a favor del vencedor para refundar el país. Las instituciones son más el resultado de sucesivos consensos construidos a lo largo de los años que producto de ofrecimientos anunciados al calor de las contiendas electorales. Las sociedades democráticas no se articulan a partir de proyectos unilaterales, sino que atienden las distintas posiciones y alternativas que configuran el entramado social.

Mejor Así persigue dicho cometido. Este tanque de pensamiento nació en 2016 con el nombre de “Mejor No” y fue el resultado del esfuerzo de varios constitucionalistas y expertos en economía y política pública liderados por Jaime Castro Castro, que se unieron para hacerle seguimiento al Acuerdo de Paz suscrito por el Gobierno Nacional y las Farc, examinar sus implicaciones y presentar distintas propuestas encaminadas a velar por la protección de la institucionalidad colombiana.

Con el paso del tiempo y el advenimiento de nuevas coyunturas, Mejor Así se convirtió en una entidad que propende -de manera más amplia- por la protección del Estado de Derecho, los valores constitucionales básicos, las libertades individuales y la iniciativa privada.

La satisfacción de sus fines le exige divulgar sus posiciones, puntos de vista, propuestas y, por supuesto, sus críticas e inquietudes.

El espacio de opinión que a partir de hoy nos ofrece la Revista Alternativa cada dos semanas se inscribe en dicho cometido. Esta columna recoge los aportes de las personas que integran Mejor Así y que se reúnen de manera continua para hacerle seguimiento a la marcha de los acontecimientos públicos.

También será un espacio de denuncia. Las revoluciones suelen ser dramáticas. Con frecuencia, sus consecuencias y efectos colaterales terminan por conspirar contra las metas que dicen defender. Los proyectos mesiánicos que se han implementado en los alrededores evidencian que los cambios abruptos de los Estados y las sociedades responden más a agendas personales que a proyectos sostenibles de avance colectivo.

Uno de los valores centrales de las democracias -quizá el más representativo- radica en el valor del disenso. Esta columna expondrá nuestras posiciones críticas y, en especial, respecto de aquellas decisiones que a nuestro juicio pueden terminar por erosionar el país que -pese a sus innumerables contradicciones, fracturas e injusticias- hemos logrado construir.