Por John Jairo Ocampo
Periodista especializado en economía
@jjocampo
El Gobierno anunció el inicio de la reapertura de los bares sin consumo de licor a partir del primero de septiembre, lo que despertó controversias y hasta bromas, como aquella que plantea que un bar sin venta de licor es como afiliarse a Netflix sin tener televisor ni celular.
Sin embargo, en reuniones recientes, el gremio ha planteado a las autoridades el reajuste de los protocolos que permitan el consumo responsable de licor servido a la mesa en bares, gastrobares y discotecas, de manera gradual, flexible y biosegura, en aquellos municipios y ciudades donde el grado de riesgo de contagio así lo permita.
De acuerdo con el presidente de Asobares, Camilo Ospina Guzmán, que representa a más de 2.500 afiliados, un 30 % de los empresarios de su sector registrados en las 53 Cámaras de Comercio del país ya cerraron sus negocios y, si no hay reapertura pronta con venta de licor, así sea gradual y flexible, el sector irá a la quiebra total.
¿Cuáles son las expectativas de Asobares respecto al decreto que reglamenta la normatividad para la reapertura del sector?
Teníamos confianza y optimismo en que esta nueva reglamentación permitiera una apertura gradual y flexible, levantando la prohibición del consumo de licor servido a la mesa, dependiendo de la situación de cada ciudad y municipio del país.
Colombia no muestra un comportamiento homogéneo respecto a los indicadores del Covid. Hay 300 municipios libres de Covid y en varios lugares los indicadores están a la baja. Dependiendo de cada lugar o región, la petición es que se posibilite la reapertura de los establecimientos con sensatez.
¿Por qué consideran ustedes que es necesario el consumo de licor en los bares?
Nuestro sector se divide en tres grandes categorías: gastrobares, bares y discotecas. En los gastrobares los ingresos económicos dependen en promedio un 40 % del consumo de licor; en los bares, un 85 %; y en las discotecas, un 100 %.
A partir de esa base, en la actualidad hay tres factores que deben tenerse en cuenta para la sustentabilidad del negocio: primero, el establecimiento tiene que ser rentable para el empresario; segundo, la oferta debe ser atractiva para el consumidor; y tercero, la actividad del establecimiento debe ser biosegura.
Teniendo en cuenta esto, es fácil deducir que el consumo de licor es el soporte de caja fundamental para la supervivencia del negocio de gastrobares, bares y discotecas.
Colombia está en un momento en el que las cifras de contagio y de muertes a causa del Covid-19 no están disminuyendo. ¿Por qué entonces abrir los bares y permitir el consumo de licor?
La reactivación económica es necesaria en todos los sectores, y nosotros no podemos ser la excepción. Es pertinente recordar que nosotros decidimos en forma voluntaria cerrar el 16 de marzo, antes de que iniciaran las restricciones y cuarentenas.
Luego de una inactividad mayor a seis meses, debemos recomenzar, así como lo hacen otros sectores, teniendo en cuenta el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad y atendiendo las decisiones de las respectivas gobernaciones y alcaldías, pero garantizando la viabilidad de nuestra actividad, de lo contrario, desapareceremos. No podemos ser discriminados.
Explíquenos cómo están planeando esa reapertura en forma más detallada.
Los gobiernos nacional y local hacen su parte determinando los protocolos, horarios y otras reglamentaciones. Los empresarios hacemos nuestra parte adaptándonos y cumpliendo las normas y las decisiones de las autoridades. Y los clientes hacen su parte acatando las normas de autocuidado y cumpliendo los requisitos exigidos para prestarles el servicio. Esta alianza tripartita es la clave de cualquier reapertura.
Inicialmente no se permitirá el baile en nuestros establecimientos. La música en vivo bajo gran formato no se llevará a cabo porque posibilita aglomeraciones. Ante todo será necesario reservar. La visita casual no será inicialmente permitida. Al ingreso, se medirá la temperatura de la persona, se le indicará dónde lavarse las manos y se le pedirán sus datos para tener un registro y permitir un rastreo si hay contingencias.
Acataremos en forma estricta el programa y los protocolos de bioseguridad. No ofreceremos menús en forma física sino mediante QR gratuitos gracias a nuestra plataforma tecnológica. Tendremos pasarela gratuita de pagos electrónicos y llevaremos a su mínima expresión los pagos en efectivo.
Si no se permite el consumo de licor pronto, ¿cuánta vida le queda al sector?
Estamos en agonía. Nuestra situación es crítica y negativa de manera sin precedentes. De los 50 mil negocios registrados en las Cámaras de Comercio durante marzo de este año y que dependen de la venta del licor, han cerrado 12 mil y los demás están en cuidados intensivos.
Hasta el momento 250 mil personas que dependían directamente de esta actividad están desocupadas, sin contar aquellas que indirectamente se benefician, como taxistas, cuidadores, parqueaderos, vendedores, etcétera.
Otros grandes perjudicados son los miembros de nuestra cadena de valor, como los productores distribuidores y transportadores de alcohol y de cerveza, así como los importadores. También se disminuyen drásticamente las rentas departamentales, que dependen un 40 % del impuesto al licor.
En conclusión, ¿qué propone Asobares a los gobiernos y a los clientes?
Que se permitan iniciar los pilotos de reapertura con el consumo de licor en nuestros establecimientos, actividad que iremos ajustando de acuerdo con su desarrollo.
Pero además les pedimos no discriminación y suspensión de la aplicación de la Ley Seca, que debe ser una medida excepcional que se tome a la luz de la razonabilidad, la necesidad y la proporcionalidad. Ello no se aplica, por ejemplo, en municipios que llevan 180 días en Ley Seca, lo que es desproporcionado e inaudito. También pedimos que no se nos aplique el pico y cédula por ser inoperante en nuestro caso. Esta medida consideramos que debe evaluarse.
