Fue el hecho político de la jornada. Quienes creían que Federico Gutiérrez era el candidato in pectore del expresidente Álvaro Uribe, estaban equivocados. La fría y contundente reacción del jefe del Centro Democrático a los congresistas en ejercicio y a los electos, ante los resultados electorales, revelan bien su disgusto. La razón es muy simple. Si hay algo que Uribe, veterano de mil batallas, tiene muy claro es que, para ganar una elección, si ya tiene decidido un candidato presidencial, no tiene sentido poner otro candidato a competirle por el mismo votante. Y si su partido ya había tramitado el proceso de selección y designación de Oscar Iván Zuluaga, pues mal haría en impulsar una candidatura de Gutiérrez que en la primera vuelta pondría al elector del partido a escoger entre uno y otro. La consecuencia no será distinta a una derrota electoral.
Sin embargo, para el presidente Duque el análisis era diferente. Apoyar a Gutiérrez era fortalecer más al CD. Le apostó y ganó, 2 millones 200 mil votos, sin un partido político detrás, y sin una maquinaria regional que lo respaldara, se puso en evidencia el enorme peso electoral que tuvo el presidente de la República en las consultas para definir los candidatos presidenciales de las coaliciones.
Con su temprana renuncia a la candidatura presidencial Óscar Iván Zuluaga, pudo anticipar el que, sin ninguna duda, sería el comienzo de un duro y largo proceso de despedida de Uribe como jefe máximo del CD y de bienvenida de Duque como el nuevo gran jefe. En sus manos está buena parte del éxito de la coalición Equipo Colombia que, con 4 millones de votos, emerge como una opción política todavía débil, para la segunda vuelta presidencial.
Los demás resultados estaban dentro de lo esperado. Los 4 millones 500 mil votos de Gustavo Petro, a los que se suman los casi 800 mil votos de la candidata del Polo Democrático, Francia Márquez (en las pasadas elecciones el Polo había tenido más de 760 mil votos) y los 200 mil que aporta Romero y Saade. 5 millones y medio que ubican a Petro en la segunda vuelta presidencial.
Situación distinta vive la Coalición Centro Esperanza. Dos millones 150 mil votos la dejan en cuidados intermedios en el pabellón de los quemados. Las fuertes tensiones y conflictos al interior de la coalición no permiten esperar que sea una votación que se mantenga unida como fuerza electoral. Los 723 mil votos obtenidos por Sergio Fajardo no le permiten proyectarse como un candidato presidencial viable. O por lo menos como una carta política para buscar una alianza electoral. Incluso en los tertuliaderos de la política se espera que sus miembros comiencen a saltar a las otras campañas. Hay consenso en torno a que, de dicha coalición no va a quedar ni el nombre.
Finalmente quedan en una muy incómoda situación el Partido Cambio Radical y el Partido de la U. Pese al esfuerzo final con los videos de su jefe Germán Vargas Lleras, la derrota de Cambio Radical fue estruendosa. No solo porque perdió cerca de un millón de votantes que lo dejó con la mitad de los representantes a la Cámara y 5 senadores menos de los que ganó en las elecciones de 2018, que lo deja en una débil situación para negociar apoyos políticos a cualquier candidatura. En igual condición queda el Partido de la U, cuyo candidato presidencial obtuvo una votación que fue superada por la obtenida por Camilo Romero, tercera votación del Pacto Histórico.
Lo que viene en las próximas semanas será como una partida de ajedrez. Con la renuncia de Óscar Iván Zuluaga, la candidatura de ‘Fico’ Gutiérrez, adquiere mayor peso. Tendrá el apoyo del Partido de la U, el Partido Conservador, Mira, y Colombia Justa y Libres, así como la votación de Alex Char. Quedan por entrar, o por definir dos situaciones, Cambio Radical y el Partido Liberal.
En este escenario tanto ‘Fico’ como Petro buscarán alianzas estratégicas que les permitan sumar los votos suficientes que los lleven a segunda vuelta y de ahí a la Casa de Nariño. Posiblemente en esta oportunidad se abrirá la puerta de las alianzas y no la compra de pasajes para ir a ver ballenas.
Con la victoria de ‘Fico’ Gutiérrez, el Presidente no solo pone candidato. También marca el tránsito del CD del uribismo al duquismo
