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presidencia

La derecha, en el terreno de las definiciones

Mientras toma cuerpo la alianza Equipo por Colombia, el Centro […]

Mientras toma cuerpo la alianza Equipo por Colombia, el Centro Democrático escoge candidato por encuestas. La pregunta es: ¿se unirá quien gane a ese grupo de centroderecha o se irá solo – o sola- a la primera vuelta presidencial?

Los precandidatos tuvieron foros en varias ciudades del país, en medios y hasta en con el uribismo de Miami.

Esta lunes debe conocerse quién será el candidato o la candidata presidencial del partido Centro Democrático, que lidera el expresidente Álvaro Uribe.

La decisión se tomará con base en encuestas realizadas por las firmas especializadas Centro Nacional de Consultoría y Yanhaas. Se determinó que las personas consultadas fueran en un 25 por ciento militantes del Centro Democrático, con base en un listado de los inscritos en el partido. Para este universo se decidió hacer consulta telefónica.

Otra decisión clave fue hacer el restante 75 por ciento de las encuestas presenciales, con la inclusión de preguntas filtro para garantizar que la personas consultadas fueran realmente cercanas al uribismo y a su legado político. Todo este trabajo ha tenido la supervisión de un comité del partido.

Cinco precandidatos están en contienda: El exministro Óscar Iván Zuluaga, la senadora María Fernanda Cabal, la senadora Paloma Valencia, el exviceministro Rafael Nieto Loaiza y el exgobernador Alirio Barrera.

Los cinco hicieron en los dos últimos meses una decena de foros para cotejar perosnalidades y propuestas sobre temas clave ante diversos públicos.

Por sondeos de los medios y la respuesta del debate en redes, los dos favoritos para ganar son Zuluaga, quien ya fue candidato presidencial en el 2014 y obtuvo siete millones de votos, y la senadora María Fernanda Cabal, muy activa en medios y en redes sociales.

La competencia entre ellos refleja dos tendencias claras en el partido. Zuluaga tiene el apoyo casi total de la bancada del Partido, es considerado como un aspirante moderado, que respalda al gobierno del presidente Duque y que está convencido de hacer acuerdos con otras agrupaciones de centroderecha para mantener al partido en el poder.

Cabal es vista como más rádical en sus posiciones, que cree en rescatar la amplia base uribista del país para mantener la presidencia, crítica fuerte del gobierno del presidente Duque y con una alta ascendencia en la militancia de base.

Barguil, Toro, Echeverry, Peñalosa y Gutiérrez sellaron su alianza para una consulta en marzo.

Quien gane tendrá como un primer gran reto asegurar la unidad del partido en torno suyo y definir si avanza como candidato de partido hasta la primera vuelta presidencial en mayo del 2022 o buscar ser parte de una consulta interpartidista que defina un candidato único de la derecha y la centroderecha, para enfrentar a la centroizquierda y la izquierda radical en la primera y segunda vueltas presidenciales.

Esta consulta interpartidista probablemente se haría con el llamado Equipo por Colombia, que acaban de conformar los aspirantes presidenciales Enrique Peñalosa, Federico Gutiérrez, Juan Carlos Echeverry, David Barguil y Alejandro Char, y Dilian Francisca Toro, jefe del partido de la U y quien podría ser también precandidata.

Ellos ya definieron que recorreran juntos el país y harán una consulta interpartidista paralelas con las elecciones legislativas en marzo próximo.

Este Equipo por Colombia y el Centro Democrático se identifican en al necesidad de detener la llegada de la izquierda radical al poder para preservar el modelo de democracia y libre empresa que el país tiene hoy, pero de ninguno de los dos lados se ha hablado de tener al aspirante del Centro Democrático en esa baraja de la centroderecha, donde están practicamente todas las fuerzas amigas del actual gobierno.

Sin embargo, el exministro Zuluaga sí lo ha planteado claramente y voces del ala más radical del Centro Democrático, como la del exministro Nieto, han advertido del gran riesgo que se correría si se llega a la primera vuelta en mayo con dos candidatos de la centroderecha, porque eso podría significar dejarles el camino despejado a la izquierda radical del petrismo y a la centroizquierda, representada hoy por la llamada Coalición de la Esperanza.

Participar en una consulta interpartidista en marzo podría significar que en mayo el uribismo deba votar por una fórmula presidencial amiga, pero no conectada con el partido. Por eso, hay quienes creen que se debe apelar a la fuerza uribista que hay en el país, más allá de la militancia del partido, para ganar en mayo un cupo a la segunda vuelta y vencer con el voto en contra de la izquierda radical en junio.

El dilema está planteado. No es poco lo que está en juego para la derecha colombiana en estos días.