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Vendrán más sanciones al régimen de Ortega tras fraude electoral en Nicaragua

Estados Unidos dice que mantendrá la presión diplomática y las […]

Estados Unidos dice que mantendrá la presión diplomática y las sanciones. Colombia no reconocerá comicios porque fueron «la crónica de un fraude anunciado» y pide que la OEA actúe. Amnistía Internacional llama a una acción internacional.

Rosario Murillo y Daniel Ortega

La concreción este domingo de la reelección del binomio del presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, en Nicaragua, en elecciones consideradas antidemocráticas, generó reacciones internacionales de condena y advertencias sobre un posible empeoramiento de la situación de derechos humanos en el país centroamericano.

Los comicios le dieron el 75 por ciento del los votos a la pareja, que previamente promovió un paquete de leyes con el cual sacó de competencia a su principales rivales, que hoy están en el exilio o en la cárcel, con cargos que van desde lavado de dinero hasta traición a la patria.

Estados Unidos anunció este lunes que continuará «utilizando la diplomacia, sanciones y restricciones de visados» para «promover la rendición de cuentas» tras la farsa electoral.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo en un comunicado que el resultado «ha sido una conclusión inevitable desde hace mucho tiempo», ya que el Gobierno «ha privado a los nicaragüenses de cualquier opción real al disolver todos los partidos genuinos de oposición y encarcelar a todos los principales candidatos presidenciales.

«Esta represión y manipulación electoral, ampliamente denunciada por los nicaragüenses y la comunidad internacional, despojó a la votación del 7 de noviembre de cualquier significado real. El Gobierno de Ortega-Murillo negó a los nicaragüenses su derecho a votar en elecciones libres y justas y privó injustamente de su libertad a casi cuarenta personas”.

En este sentido, Blinken aseveró que «si bien Ortega y Murillo pueden permanecer en el poder atrincherados», la «elección antidemocrática de Nicaragua no les proporciona ni puede proporcionarles ningún mandato democrático para gobernar».

Estados Unidos trabajará junto a «otros gobiernos democráticos» para «presionar para el retorno a la democracia a través de elecciones libres y justas y el pleno respeto de los Derechos Humanos en Nicaragua», algo que debe empezar con «la liberación inmediata e incondicional de los encarcelados injustamente».

«Si bien el actual Gobierno de Nicaragua ya no es democrático, la nación de Nicaragua sigue siendo un miembro de la comunidad global comprometida con los principios democráticos. El pueblo nicaragüense merece gozar de las libertades y derechos que se respetan en una democracia», ha concluido el jefe de la diplomacia estadounidense.

El presidente Iván Duque, desde Israel, recordó que Colombia ha cuestionado lo que ha venido pasando en Nicaragua y claramente no tiene como reconocer los comicios en en ese país. «Fue una crónica de un fraude anunciado», dijo. Espera que en la próxima asamblea de la OEA haya un pronunciamiento sobre lo ocurrido allí teniendo como referencia la Carta Democrática continental, que debe ser respetada, dijo Duque. «No podemos tolerar lo que está sucediendo», concluyó

La organización internacional de derechos humanos Amnistía Internacional advirtió que la victoria de Daniel Ortega en las elecciones celebradas en Nicaragua augura un «nuevo y terrible» ciclo para los Derechos Humanos, en un país donde las violaciones a estos «se volvieron cada vez más comunes durante su Gobierno».

«Una vez más, las personas en Nicaragua se encuentran ante un contexto en donde expresar una crítica en contra de su Gobierno los pone en grave riesgo», lamentó la directora para las Américas de Amnistía Internacional (AI), Erika Guevara Rosas.

«Durante los últimos años, hemos sido testigos del desarrollo de la trama de una historia de terror en el país, donde son prácticas comunes la represión letal, las detenciones ilegales, los malos tratos, el hostigamiento y criminalización contra personas defensoras de Derechos Humanos y periodistas», agregó, antes de destacar que estas violaciones están «avaladas por un sistema judicial y una Asamblea Nacional sin independencia que solo existen para ponerle sello a la agenda represiva de Daniel Ortega».

Diversas organizaciones y movimientos de la sociedad civil nicaragüense llamaron a un paro electoral ciudadano en el país y a protestas en otros países.

Los medios de comunicación informaron de poca afluencia de votantes y nicaragüenses se movilizaron en varias ciudades del mundo denunciando la grave crisis de Derechos Humanos y la imposibilidad de ejercer los derechos políticos en Nicaragua.

Urnas Abiertas, un observatorio ciudadano electoral, registró más de 200 hechos de violencia política y actos de coacción electoral durante la jornada electoral, incluyendo la presencia de fuerzas parapoliciales en las cercanías de los centros de votación, así como intimidación y coacción hacia trabajadores del Estado para forzar su voto, ha indicado AI.

Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también dijo haber recibido información sobre posibles violaciones a los Derechos Humanos.

«Este nuevo y consecutivo mandato de Daniel Ortega y Rosario Murillo, como presidente y vicepresidenta, vaticina la perpetuación de las estructuras que han implementado la estrategia represiva contra voces críticas y garantizado la impunidad de crímenes del Derecho Internacional», dijo Guevara, quien también ha pronosticado «la continuidad de la migración forzada de quienes se ven criminalizados por alzar la voz».

Por ello, ha pedido a la comunidad internacional hacer «más que apoyar a las valientes personas nicaragüenses que continúan luchando por sus Derechos Humanos». «En la sesión ordinaria de la Asamblea General de la OEA, que se celebrará esta semana, los Estados miembros deben asumir colectivamente sin dilación la corresponsabilidad de proteger los Derechos Humanos de las personas en Nicaragua», agregó.

A juicio de Guevara, «presionar» al Gobierno de Ortega es el «primer paso ante este contexto postelectoral». «Los foros multilaterales deben hacer todo lo posible para lograr que las estructuras de represión e impunidad en Nicaragua dejen de ser intocables», ha considerado.

Amnistía Internacional ha documentado violaciones a los derechos humanos incluyendo represión violenta y, en algunos casos, letal contra manifestantes, así como hostigamiento y criminalización de activistas sociales, personas defensoras de Derechos Humanos, abogados, abogadas y periodistas desde 2018.

El presidente Iván Duque, desde Israel, recordó que Colombia ha cuestionado lo que ha venido pasando en Nicaragua y claramente no tiene como reconocer los comicios en ese país. «Fue una crónica de un fraude anunciado», dijo. Espera que en la próxima asamblea de la OEA haya un pronunciamiento sobre lo ocurrido allí teniendo como referencia la Carta Democrática continental. «

Con información de Europa Press