(EFE). Se trata de los sargentos Edison Rodríguez y Jorge Angulo, quienes presuntamente habrían aprovechado sus cargos y funciones para apropiarse de diferentes elementos privativos del Ejercito Nacional en batallones de Antioquia, Chocó y Tolima.
De acuerdo con la investigación, Rodríguez, quien se desempeñó entre 2021 y 2022 como bodeguero en una sede militar de Medellín en el departamento de Antioquia, habría desviado armas y munición de «manera sistemática», modificando los documentos de inventariado y alterando las cantidades de material que eran enviadas a las distintas unidades.
Las autoridades encontraron 300 cartuchos para fusil, vainillas de proyectiles, uniformes y un casco del Ejército en la vivienda del capturado.
Por su parte, el sargento Angulo, en su condición de almacenista de un batallón de apoyo y servicio del Ejército en Medellín, también es señalado de «contribuir a la desviación de armamento y munición para fusil y la adulteración de los inventarios para tratar de ocultar la salida de estos elementos a manos de terceras personas».
En una inspección realizada al almacén a cargo de este funcionario, se constató un faltante de 28.000 balas, por lo que fue trasladado al Fuerte Militar de Tolemaida en Tolima (centro) donde «posiblemente continuaba con los actos ilegales».
Los dos uniformados fueron imputados por los delitos de concierto para delinquir agravado y fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos.
Según el ente acusador, los imputados no aceptaron los cargos por lo que fueron enviados a prisión.
