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La economía colombiana creció 7,5 % en 2022

Este miércoles el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), reveló su más reciente informe relacionado con el Producto Interno Bruto (PIB) para el último trimestre del año pasado, y también para el dato completo del año.

Foto de Monstera

(EFE). El documento señala que la economía colombiana creció 7,5 % en 2022, lo que significa 3,1 puntos menos que el 10,6 % de 2021, año de recuperación de la pandemia.

Para los expertos en economía, este resultado del PIB de 2022 estuvo por debajo de las proyecciones, incluidas las del Fondo Monetario Internacional (FMI), que estuvo de visita el pasado día martes en Bogotá.

Según el Dane los sectores que más impulsaron el crecimiento fueron el comercio al por mayor y al por menor; la reparación de vehículos automotores y motocicletas; el transporte y almacenamiento, y alojamiento y servicios de comida, los cuales crecieron en conjunto un 10,7 % y aportaron 2,1 puntos porcentuales al aumento del PIB.

En cuanto al último trimestre del 2022, el departamento de estadística informó que la economía creció un 2,9 % en comparación con el mismo periodo de 2021, gracias al impulso del sector de actividades artísticas, de entretenimiento y recreación y otras actividades de servicios que aumentó un 40,5 % y de paso contribuyó con 1,3 puntos porcentuales.

Tendencia a la baja

Para María Claudia Lacouture presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham) la tendencia de la economía nacional es a la baja

«Es un resultado positivo, no obstante, hay que enmarcarlo dentro de una perspectiva a la baja, según los análisis de los organismos financieros internacionales y el bajo optimismo respecto a la evolución de la economía colombiana para los próximos meses, con inflación en alta, aunque controlada, altas tasas de interés e inestabilidad cambiaria», indicó Lacouture.

La dirigente añadió que a ese panorama «se suman los efectos de la reforma tributaria en vigor y el consecuente aumento en los costos de producción. También persiste un grado de incertidumbre por el impacto de las reformas al sistema laboral, al de la salud y a las pensiones porque es muy probable que signifiquen una mayor carga impositiva para el tejido empresarial».