Ante la expectativa de que “el ajuste fiscal de Colombia resultará más prolongado y gradual de lo que se esperaba anteriormente, disminuyendo la probabilidad de revertir el reciente deterioro de las finanzas públicas”, la calificadora Standard & Poor’s redujo este miércoles en un escalón la calificación de riesgo de Colombia en los mercados internacionales.
Ahora la calificación en moneda extranjera a largo plazo del país es BB+ y no BBB-.
La primera consecuencia de esta decisión es que se pueden subir los costos de financiamiento tanto público como privado del país. “Eso era algo que ya venía sucediendo en los mercados en estos días”, dijo el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, recientemente posesionado en el cargo, en su primera reacción ante la noticia.
Sin embargo, Restrepo envió un mensaje de calma y destacó que “el país continuará consiguiendo financiación en el exterior como lo demuestran las colocaciones recientes”.
El ministro destacó que la calificadora tomó, además, la decisión de mejorar la perspectiva del país de negativa a estable, “valorando primero el resultado muy bueno de crecimiento en el primer trimestre del año, que fue de 1,1 %, así como el acuerdo que se está construyendo sobre medidas que permitan estabilizar las finanzas públicas del país en el mediano plazo”
Restrepo reafirmó el compromiso de seguir trabajando en la reactivación de la economía y la generación de empleo, y en la búsqueda de consensos con distintos actores para la financiación de los programas sociales y la estabilización de las finanzas públicas. “Trabajando en estos frentes, seguiremos construyendo la confianza de los mercados internacionales”, concluyó el ministro.
El exministro de Hacienda José Antonio Ocampo, profesor en la Universidad de Columbia, dijo que la decisión de Standard & Poor’s es equivocada porque las “calificaciones crediticias deben estar basadas en criterios de largo plazo”.
“En todo caso, todos los actores colombianos deben apoyar la estabilidad fiscal que ha caracterizado al país”, agregó.
Por ahora, la calificadora Moody’s mantiene la calificación a Colombia sigue en Baa2, mientras que Fitch Ratings la sostiene en BBB-, un escalón por encima del grado de inversión. Si alguna de ellas decide también bajarle la nota al país, las cosas se complicarían más seriamente.
La noticia, en todo caso, genera alarma porque no solo puede encarecer el endeudamientos sino espantar inversión, sobre todo de quienes solo ponen su dinero en países con grado de inversión.
Un efecto inmediato puede darse en los próximos días en el valor del dólar, cuyo precio puede subir a un mayor ritmo.
