La primera traducción de Cien años de soledad fue al catalán, la lengua más hablada en Barcelona, ciudad a la que Gabo le tenía especial cariño y en la cual vivió durante ocho años, desde 1967 hasta 1975. El escritor colombiano residió en la calle Dels Caponata número 6, icono en los años sesenta y cuna del movimiento intelectual, la Gauche divine. “Barcelona es la nostalgia donde se vuelve siempre”, decía el Nobel de literatura, y precisamente, ‘ha vuelto’ a la capital catalana con una enorme biblioteca que se acaba de inaugurar y que ha sido construida en su honor.
Toda su obra, desde la periodística, hasta la literaria, así como ediciones especiales de sus libros y traducciones a diferentes idiomas, reposan en los más de 4.000 metros cuadrados que tiene el edificio.
Es la tercera más grande de la ciudad y forma parte de la red de bibliotecas municipales de Barcelona con la que Casa América firmó un convenio para convertir este recinto en referente de la divulgación americanista de América Latina y el Caribe.
Neus Castellano Tudela, directora de la biblioteca señala que “no es un proyecto aislado, se venía planeando desde hace años, es la tercera más grande porque hace 20 años los espacios eran de una manera y ahora las bibliotecas son mucho más amplias, más para estar, donde el libro sigue estando presente pero no en tanta cantidad como en las otras bibliotecas”.
El placer del libro
Su diseño es uno de los elementos diferenciadores. Fue construida completamente con una estructura de madera que proviene de bosques sostenibles, cuenta con espacios minimalistas, grandes ventanales por donde se cuela la luz natural y se aprecia el verde de los árboles de las calles adyacentes, así como un mobiliario, e iluminación que le dan calidez a los espacios.
El proyecto es obra de los arquitectos Elena Orte y Guillermo Sevillano del estudio catalán SUMA Arquitectura, quienes han planteado la biblioteca no solo como una colección de documentos, sino como un sitio de experiencias diversas, aunque el libro es elemento central y está presente en todos los espacios. El edificio fue concebido como un conjunto de libros apilados. “La diversidad de tipologías de mobiliario responde a la idea de que los usuarios encuentren en cualquier momento su espacio dentro de la biblioteca dependiendo de lo que quieren hacer: lectura informal, estudio individual o en grupo, espacios comunes de relación”, señalan.
“La biblioteca es una inmensa cabaña», añade Castellano, “el espacio para estar va ganando terreno, es una biblioteca nórdica en su diseño, de madera desnuda, blanca, de mucho vidrio y de sitios para estar”, puntualiza.
Además de las áreas de lectura y consulta, la nueva biblioteca dispone en sus seis pisos, de una sala de actos, espacio de cocina, zona de juegos de mesa, un piso con documentos sobre ciencia y tecnología.
Gabo presente
También ofrece una sala dedicada al dibujante de cómics Francisco Ibáñez y es la única de la ciudad que cuenta con un estudio de radio, llamado Radio Maconda, en honor al pueblo ficticio que aparece en diversas obras del escritor, especialmente en Cien Años de Soledad.
Todo el recinto en sí, es un homenaje a Gabo, además de sus obras, y de tener en una vitrina la primera edición para España de 1967, se puede apreciar en la zona del jardín de la biblioteca, una escultura dorada de 50 kilos, rodeada de mariposas amarillas y que fue creada por el artista cartagenero Óscar Noriega. “Fue un regalo de diferentes instituciones del Caribe colombiano, la Gobernación de Bolívar, la Gobernación de Sucre, y la Alcaldía del Municipio de Sincé», resalta la directora.
Igualmente, en esta área de la biblioteca se puede respirar un poco del Caribe colombiano con los espacios que se han creado. “En el jardín hemos querido hacer un homenaje a Gabo, no solo tiene plantas, columpios que cuelgan, que son de mimbre, sino también un chinchorro (hamaca), se quería dar un poco de calidez”. Como en sus obras en las que Cartagena servía de escenario.
La receptividad de la ciudad ha sido muy positiva, desde su inauguración el pasado mes de mayo, la visitaron 7,200 personas, y desde entonces, tiene un promedio de 1,500 personas que acuden a la biblioteca ya sea para consultar los libros, leer el periódico, disfrutar las actividades culturales o de los espacios acogedores que ofrece. De hecho, desde el pasado 16 al 19 de junio, se llevó a cabo el KM América, el nuevo festival de literatura latinoamericana de Barcelona en el que la Biblioteca Gabriel García Márquez y Casa América Catalunya fueron las sedes. El festival contó con la participación de 22 escritores y escritoras de 11 países; Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, México, Perú, Puerto Rico y República Dominicana.
Gabo eterno, ahora presente en una de las ciudades donde vivió un buen tiempo y su pluma inagotable, dejó un legado único para la literatura universal.
EL BOOM LATINOAMERICANO
La biblioteca está especializada en literatura latinoamericana y abarca las principales obras de narradores, poetas y dramaturgos, tanto clásicos como actuales. La relación de Barcelona con los autores latinoamericanos es larga y fructífera, especialmente desde que los principales escritores del movimiento literario conocido como boom se instalaron, entre las décadas de 1960 y 1970, con el apoyo de la agente literaria Carme Balcells, que fue la fiel escudera de García Márquez hasta su muerte.
