Jamundí, Valle
En un sentido mensaje enviado a sus hombres, el general Helder Giraldo, el jefe de las Fuerzas Militares, reconoce que la situación es crítica y que el descontrol de los últimos días en el departamento del Cauca son debido a los golpes que están dando los miembros del llamado Estado Mayor Central de las FARC que no tienen ningún tipo de intención de paz.
Pide el general a sus tropas afinar las labores de inteligencia y aquí es donde inmediatamente uno se pregunta qué pasa con las Fuerzas Militares, con las labores de investigación, con el Ministerio de Defensa bajo la dirección de Iván Velásquez y por supuesto con el mando vacilante, indeciso y sin rumbo alguno del presidente Petro.
El general Giraldo envía su mensaje, justo en otro fin de semana con el jefe del Estado desaparecido, donde reitera la tesis de Petro de estar teniendo un control nunca antes visto sobre el Valle del Micay donde se produciría el 70% de la hoja de coca del Cauca. Entonces, supone el alto mando que los carros bombas son una respuesta desesperada de disidentes que quieren recuperar a zona y estarían en desacuerdo con la decisión de ‘Iván Mordisco’ de hacer la paz.
General Giraldo, ¿de qué paz habla usted?, dígale eso a la familia de la profesora Estela que fue asesinada por un carrobomba cuando se dirigía a dar clases, conduciendo su motocicleta un día normal como lo hizo durante más de 30 años, para educar a niños en una zona cocalera que ha crecido sin control alguno en medio de fallidos operativos y de costosos planes estatales de inversión social que no ha impedido que el Cauca sea una zona de guerra con los crímenes que eso conlleva.
Todo sucede en medio de la supuesta instalación de mesas de paz mientras sigue la guerra por corredores de coca, asesinatos de firmantes del proceso de paz anterior y de líderes sociales, desplazamiento de comunidades y un gobierno que no despierta y no se da cuenta que el problema de seguridad va más allá de colocar trinos y de pedir que acompañen marchas a pedir medidas que ellos mismos deben tomar.
Despierten ya, van más de 14 meses de administración y los bandidos demuestran que tienen el control y eso de seguro le pasará factura en las próximas elecciones a un proyecto político que llegó hablando de cambio y que sólo ha cambiado todo pero para empeorar y que ahora, usa a los generales para alinearse en respuestas al caos que terminan demostrando que no saben lo que hacen.
O, de pronto, sí saben lo que hacen y entre más crezca el descontrol del Cauca, mayor deberá ser el perdón y olvido para los criminales que tienen azotado el departamento, esos que no se arrepentirán jamás de haber matado a la profesora Estela, esos que de pronto, hasta fueron sus alumnos.
