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Andrés Barreto González OCDE

Panorama global

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En el ámbito internacional se han presentado varias situaciones sobre las que valdría la pena comentar, sin embargo, la convulsa agenda sólo permite dar algunas pinceladas sobre estos.

El régimen de Venezuela finalmente exilió a Edmundo González, legítimo ganador de las elecciones presidenciales, y quien tuvo que escapar al asilo en España, tras una apócrifa aceptación de la victoria de Maduro como condición para poder abandonar el país.

Asimismo, en una pantomima de aplicación del derecho penal, el fiscal venezolano, Tarek Saab, anunció órdenes de captura en contra del presidente argentino Javier Milei. Esto no deja de ser paradójico, cuando es precisamente Nicolás Maduro quien está siendo “procesado” por la CPI por la comisión de crímenes de derecho internacional, gracias a las oportunas denuncias de varios Senadores colombianos, encabezados por Iván Duque, así como otros parlamentarios chilenos.

Si en América Latina llueve, en el Medio Oriente no escampa, y nos despertamos esta semana con una sofisticada operación de inteligencia ejecutada por Israel y sus servicios de seguridad en contra de varios miembros de Hezbolá, al hacer estallar de manera remota y controlada dispositivos de comunicación como beepers y radios.

Por supuesto que el tema no deja de suscitar debate por los heridos y víctimas civiles, situación desafortunada en cualquier conflicto y operación, lo que se suma a la venganza que ha jurado Hezbolá en contra de Israel, lo que tristemente continuará generando un espiral de violencia en la región.

El Gobierno del Cambio como siempre se ha sumado a la intromisión en asuntos internos de otros Estados, cuando no solo rompió relaciones diplomáticas con un Estado aliado y amigo como Israel, sino que llevó el problema al ámbito minero energético y de comercio exterior, al expedir un decreto ilegal que suspendió la exportación de carbón a ese país.

Otro hecho desapercibido por su tecnicismo y especialidad es el Estudio Económico de la OCDE sobre Colombia, el cual arrojó interesantes conclusiones sobre el panorama económico, las recomendaciones y varios asuntos que afectan el desarrollo.

De una parte, el hecho de que la competencia bancaria es baja, el sector ha disfrutado de márgenes elevados, y aunque aparentemente hay pluralidad de competidores, solo tres bancos representan el 70 % del mercado, siendo el índice más alto de la región. Asimismo, la conformación de grandes conglomerados económicos ha ido creando un ambiente anticompetitivo que afecta a los consumidores financieros, especialmente en un país en donde aún queda mucho camino por recorrer en formalización y bancarización.

El contar con una adecuada coordinación entre el supervisor financiero, la autoridad de competencia, y un adecuado régimen de fusiones y adquisiciones, favorecerá la evolución del sector.

Otro asunto puntual es la deficiente educación financiera de los colombianos, asunto sobre el que hay que seguir trabajando, así como el microcrédito informal y los mecanismos como el “gota a gota”, al que tanto tienen que recurrir los colombianos por necesidad y desconocimiento, lo que al final los ahoga con intereses del 10 % semanal o 20 % mensual.

Se debe seguir trabajando desde el SENA y los programas de educación financiera para que los colombianos no solo aprendan y aprovechen las herramientas financieras, sino que también se implementen guías y recomendaciones sobre los deberes de estas entidades hacia los consumidores financieros.

Finalmente, la corrupción sigue siendo el principal problema en materia de desarrollo. En Colombia la corrupción es un lugar común y un término desvalorado sobre el que se hacen campañas políticas (corruptas) y se eligen gobiernos corruptos y torpes, sin embargo, la corrupción está creando un ambiente negativo para los negocios, desincentiva la competencia, y ahuyenta la inversión.