No es una tendencia. Tampoco un desgastado hashtag para anunciar un mes. Es un estado de ánimo.Así se molesten los que no quieren ver feliz al prójimo. Porque una vez que se asoma esa luz cálida, y sientas la brisa que alborota hasta el peinado más fino, sabes que te encuentras en diciembre.
Lo que importa es lo que decidas hacer con tu tiempo. Si te vas a seguir entregando al frenesí de un trabajo que cada vez te suma más horas no remuneradas, es tu problema. Pero si usas ese tiempo para alegrarte la vida, entonces estarás en la senda correcta.
Diciembre invita a no hacer nada. Después del mediodía no tiene sentido seguir salvando el mundo. Mejor encuentra el refugio de tu preferencia y entrégate al placer de beber con responsabilidad. Aunque hacerlo bajo este parámetro puede llegar a ser aburrido. Nada mejor que perder el control en la natividad. Después puedes pedir perdón por la embarrada que hiciste. Solo es agachar la cabeza y musitar ante los afectados: “No sé…Dios me hizo esto.” Abraza rápido, echa una lloradita y vete antes de que algún abstemio se desahogue. Son peores que los trumpistas.
Es prioritario elegir el menú etílico con cuidado.Esto es super importante. Pero también es necesario, adicional al menú, la compañía y el mantra por el cual se va a regir el alcoholizado comportamiento que tendrás. Recuerdo una vez escuchar a un compañero de trabajo, cuando laboraba en el sector tecnológico, que lo que más le gustaba de diciembre era poder echar whisky y perico con el suegro. A veces la comunión, el respeto y el afecto se presentan de forma no convencional. No hay mejor época que la navidad para que esto suceda. Si eres de lo que le gusta mezclar alcohol con sustancias para estar en paz, solo recuerda hacerlo con responsabilidad. No te alteres.
También es vital que tengas tu propia banda sonora para amenizar el día a día. Si eres de los que necesita de aquel averno llamado “éxitos del momento”, te puedes ir al carajo. Bien lo dijo Borges cuando emitió ese bello dictamen de que para novedades, los clásicos. No se equivocó en lo absoluto. Mejor suena los clásicos. Haga una selección con Pastor López, Rodolfo Aicardi, Richie Ray & Bobby Cruz o el gran Diomedes Díaz.No te pongas de avant-garde con Bad Bunny. Suena toda esa maravilla con el volumen a todo timbal. Eso de tomar con música bajita y hablar pasito es para emprendedores precoces. Es inadmisible en bebiembre.
Bach dijo que no se puede improvisar sin antes haber aprendido las reglas. La improvisación más importante en esta época es la de no gastar todo tu dinero en bebida. Perfecciona tus habilidades blandas. Goterea, roba, pégate al que sea con tal de disfrutar del licor de tu preferencia. No te quedes sin tomar. Ya sabemos que TODO ESTÁ MUY CAROpero no te limites. Hacerlo conlleva a no disfrutar el guayabo del mañana.
Acepta estas palabras con humildad. No fueron fabricadas. Tan solo soy un creyente en que nos debemos un mes para disfrutar al son de lo que nos hemos inventado. Para ello hemos perfeccionado procesos de destilación. ¿Por qué no aceptar que diciembre fue hecho para esto? ¿Por qué no aceptar que es un mes exclusivamente colombiano? Yo, que me rijo por la violencia, el perrateo y las frías, solo me queda por decirte que debes empinar con elegancia, con sabiduría. Pero sobre todo, es necesario empinar con amor.
Ten en cuenta que es un mes largo. Va hasta mediados de enero. Trata de disfrutarlo.
Bienvenidos.
