Por Fanny Kertzman
Ante la debilidad del Estado, los gremios aprovechan momentos de confusión para ver como pescan en río revuelto, unos con propuestas más acertadas que otras.
“Colombia tiene que anticiparse a la inminente recesión económica que se viene, con la consecuente pérdida de tejido empresarial y de millones de empleos”, dice Bruce Mac Master, presidente de la Andi, para justificar el decálogo de pedidos al Gobierno que acaba de lanzar el gremio que él dirige. Este constituye una puerta abierta a la intervención del Gobierno que de cumplirse, sería la vuelta a la Colombia previa a la apertura de César Gaviria en 1991, que modernizó la economía y replanteó las bases de una nueva prosperidad. “La solución, en nuestra opinión, está en concentrarnos en apoyar a las empresas presentes en Colombia”, explica Mac Master. Volver al proteccionismo, en otras palabras.
La ampliación de los pactos de crecimiento que ya se han firmado con 22 sectores en dos oportunidades sería el primer paso. Estos pactos identifican cuellos de botella en todo el proceso de la cadena productiva que el Gobierno se compromete a resolver y a cambio los empresarios elevan sus metas de producción y generación de empleo. Con el advenimiento de la pandemia todo lo firmado quedó fuera de lugar y no aplica en estos momentos. En los pactos iniciales el sector privado solo tiene el 37 % de las responsabilidades de manera que la responsabilidad de acción recae mayoritariamente en el Gobierno, cuya capacidad de acción es limitada.
El segundo tema es impulsar un programa de compras públicas que establezca un porcentaje mínimo nacional, que incluya como criterio favorable en las licitaciones la adquisición de productos nacionales y el uso de mano de obra local. Esta es una intromisión indebida en decisiones que atañen únicamente al sector privado y van contra la rentabilidad de los proyectos.
Otro tema es el fortalecimiento de las cadenas de producción nacional, invitando al Gobierno que promueva ruedas de negocios e intermediación entre vendedores y compradores, que es algo que no le corresponde ni está preparado para hacerlo.
Se busca mayor liquidez para las compañías, pues está visto que el crédito no está fluyendo como a la Andi le gusta, por lo que Mac Master propone que el Gobierno otorgue garantía del ciento por ciento a la banca y cree líneas de fomento y crédito dirigido, donde el Gobierno favorecía a dedo a los receptores de dichos créditos. Esto sí es echar el chorro muy alto.
Mac Master también considera urgente la defensa del país contra prácticas desleales de comercio, donde según él, Colombia ha sido tímida en extremo. Esto significa mayor proteccionismo y aumento de aranceles, en contravía a una economía abierta.
La Andi advierte sobre la urgencia de buscar condiciones favorables para nuevas inversiones del exterior, pues de lo contrario esos capitales se irán a otros países que las ofrezcan, lo que significa en otras palabras bajar los impuestos nuevamente, un lujo que Colombia no se puede permitir en estos momentos.
Muy distinta es la posición de Fenalco que solo busca que le aprueben el trabajo por horas, algo que ya se hace en la práctica al tercerizar servicios como las entregas, la vigilancia, el aseo y otros. Ante el crecimiento inconmensurable del desempleo, se hace necesario acudir a formas menos ortodoxas para facilitar la creación de empleo. Lo que se puede concluir es que hay unos gremios menos descachados que otros.