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Hatem Dasuky Opinión

Colombia, a contener las náuseas

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El vertiginoso ritmo de las noticias que produce Colombia últimamente es delirante. Nos acostamos con un titular y amanecemos con otro más escandaloso. Los acontecimientos cambian y se mueven tan rápido que producen vértigo, pero además náuseas.

En cuestión de horas, secuestran al padre de la estrella de fútbol Luis Diaz en La Guajira. En medio de “negociaciones” con el gobierno, el ELN informa que fue un error pero que igual lo dejan en el monte porque necesitan plata para su sostenimiento, el gobierno acepta y calla. En el Cauca las “disidencias” de las FARC secuestran un pelotón del Ejército, pero la comunidad informa que eso fue pactado entre las “delegaciones que están hablando de paz”.

En Bogotá un padre que caminaba de la mano con su pequeña hija disfrazada pidiendo dulces fue asesinado a sangre fría, todo quedó registrado en una cámara de seguridad, el video es sensible y quita el sueño. En carreteras de Antioquia, fueron secuestrados dos ganaderos y posteriormente rescatados por el Gaula. Sicariatos en las calles de Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, todos los días también quedan registrados en videos, mientras que el gobierno informa que van 62 masacres en lo que va del 2023, sin tener clara una estrategia para contenerlas.

Se acaba de conocer que las FARC anuncian rompimiento de negociaciones con el gobierno lo que sumado a las acciones del ELN, no solo pronostican un fin de año violento, sino que deja moribunda la política de la “paz total” de la que Petro tanto se jactaba (en campaña aseguró que si llegaba a la presidencia a los tres meses de su gobierno “se acaba el ELN”…y le creyeron).

En paralelo, el país está con los pelos de punta con la carta que públicamente le hizo la periodista de izquierda María Jimena Duzán al Presidente Gustavo Petro, en su columna en la Revista Cambio, en la que desnuda su gran decepción: “tras un año y medio de mandato, son muchas las oportunidades perdidas y lo que se siente es un desgobierno. A usted se le va cansado y embolatado con el poder, como si después de haberlo buscado tanto, no supiera que hacer con él”.

Más adelante sigue con la arremetida contra Petro: “Cuando desaparece, sabemos de usted de la manera más ríspida: (áspera, violenta, intratable), por sus trinos, algunos de ellos razonables, otros delirantes, otros mal escritos que llaman a la revancha y a la pelea y otros impresentables”. “Trinos que llaman a la confrontación y que parecen hechos por un activista, no por un presidente”.

Y lo remata: “Hay fuentes que me aseguran que las razones de sus desapariciones, las cuales se han vuelto cada vez mas frecuentes y prolongadas, tendrían que ver con que usted ha querido mantener oculto un problema de adicción”. Y termina su columna instando a Petro a que confiese su problema con las drogas.
Lo más desolador e indignante fue la respuesta de Petro: “La única adicción que tengo es al café por las mañanas”.

Semejante trino lleno de soberbia y arrogancia es una burla para el país, una bofetada para los colombianos que cada día ven como se esfuma la esperanza y una profunda desilusión para los simpatizantes que como Duzán tanto lo ayudaron a llegar a la presidencia.

Con esta montaña rusa de noticias que produce Colombia, es muy probable que esta columna pierda vigencia cuando sea publicada, lo importante es contener las náuseas.