El gobierno ha decidido intervenir las intervenciones que había realizado a las diferentes EPS. El superintendente de salud Giovanny Rubiano García, nombrado después de la fulminante destitución de su antecesor Luis Carlos Leal, hace un llamado a los diferentes organismos de control para que investiguen a los posibles culpables de los desfalcos en el sistema. Rubiano nombró en las últimas jornadas a siete interventores en respectivas EPS del país. Los siete nuevos funcionarios “encartados” son Diana Constanza Rodríguez Posso en Savia Salud EPS, Gloria Libia Polanía Aguillón en Asmet Salud, Gabriel Enrique Castilla Castillo en Emssanar EPS, Jorge Arturo Suárez Suárez en Famisanar, Carlos Eduardo Franco Muñoz en Servicio Occidental de Salud SOS, Kemer Ramírez Cárdenas en EPS Sanitas y el más grave de todos es Bernardo Armando Camacho Rodríguez a quien le toca ahora manejar la Nueva EPS. En el caso de esta, la más grande del país, todavía no nos han explicado cuál fue el motivo de la salida de Aldo Cadena, que duró muy poco tiempo al frente del monstruo de siete cabezas. Cadena es muy cercano al Presidente Petro, militaron juntos en el M-19, estuvo en la CUT, fue director del IDRD y secretario de salud en la alcaldía de Bogotá Humana y ahora misteriosamente fue borrado por el ministro Guillermo Alfonso Jaramillo. Lo doloroso, es que según información pública oficial a cierre de 2023 la Nueva EPS las pérdidas del año pasado son de $5 billones de pesos, primordialmente por acumulación sistemática y masiva de facturas sin procesar.
La acción de la Supersalud se da por presuntos malos manejos, en donde aún no se sabe si Leal tenía conocimiento de lo que sucedía. Es difícil saber cuando el funcionario (quien apenas duró 8 meses en el cargo) dedicaba cantidades significativas de su tiempo a publicar en sus redes sociales, contenidos, bailes y otras cosas que no tenían nada que ver con su cargo. En beneficio de Leal, no es el único del gobierno en esas. Casi todos los activistas designados en diferentes cargos por el Pacto Histórico siguen el ejemplo de su gran jefe que no sale un minuto de twitter. Luego se preguntan cuál es el motivo por el cual las cosas no funcionan.
Rubiano dijo después de tomar la decisión que “la salud debe dejar de ser vista como un negocio y garantizarse como un derecho humano fundamental, antes que todo”. La prioridad ahora es el saneamiento financiero en general. Ante hospitales, clínicas y otros actores del ecosistema inmersos en una quiebra descomunal, se hace necesario realizar auditorías permanentes. Las nuevas medidas administrativas buscan mejorar todos los indicadores financieros y operativos. Hoy los números de algunas de esas entidades son lamentables. Se supone que con la mejora de indicadores, eventualmente en largo plazo, viene un mejoramiento en la prestación del servicio de salud.
Uno de los puntos más críticos de todo el sistema se volvió el acceso a ciertos medicamentos. El gobierno dice que quiere un “acceso equitativo” pero el problema es que antes de ser equitativo debe haber acceso. Hoy no hay inventario suficiente por ejemplo de anestesia para realizar las cirugías que normalmente suceden con el transcurrir de los días en nuestro país. Ojala estos nuevos interventores logren revivir al paciente que se encuentra en las últimas, con corazón abierto y pocas posibilidades de sobrevivir. A este paso el gobierno del Pacto Histórico será recordado en el futuro como el que dejó morir la salud de los colombianos. Estamos viviendo la segunda parte del Instituto de Seguros Sociales.
