El nuevo alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, había advertido desde sus primeros días de mandato que el proceso de fijar tarifa para SITP y Transmilenio estaba en revisión y que duraría un buen tiempo sin aumentar hasta no tener claras las cifras y los estudios.
La semana pasada la Secretaría de Movilidad, junto a la de Hacienda determinaron subir únicamente la tarifa del SITP, igualando su valor al de la tarifa actual de Transmilenio que no subió: ambas quedaron en $2,950, por ahora. Esta tarifa “unificada” del sistema en $2,950 pesos comenzará a regir desde el próximo 12 de febrero.
Con las cifras oficiales de la entidad, el costo de operar el servicio es actualmente de $5,500 pesos por cada viaje de cada usuario. Con la nueva tarifa de $2,950 el distrito estaría subsidiando más de un 46% del sistema, teniendo en cuenta que subsidios a sistemas de transporte masivo es lo normal a nivel mundial.
En el presupuesto que dejó firmado la administración anterior, se había proyectado una tarifa de $3,100 para este año. El alcalde Galán y su equipo van a apostar a reducir el número de “colados”, que en algunos meses representa hasta el 30% de los usuarios, para aumentar los ingresos que se recauden.
Con la disminución de número de colados, y su hipotético aumento de ingresos, se espera poder sostener la tarifa por debajo de $3.000 por el resto del año.
El alcalde advirtió que si el número de colados no disminuye significativamente en el corto plazo no tendrá otra alternativa que la de subir efectivamente la tarifa a $3,100 como estaba establecido en el presupuesto originalmente.
Este mensaje simbólico de Galán busca que todos los ciudadanos y usuarios intensivos de Transmilenio ayuden a detectar colados, configuren una fuerte sanción social y que la comunidad sea la que ayude a reducir el impacto económico generado por quienes literalmente le están robando al sistema. Un robo que viene desde hace años, cuando se volvió normal colarse en cualquier estación.
El déficit de 150 pesos que se genera por no aumentar la tarifa todavía, puede ascender a $1.400 millones de pesos mensuales. Galán asegura que con cualquier reducción del número de colados se puede recuperar un pedazo de este déficit.
¿Los colados cuánto nos cuestan? Esa pregunta es de muy difícil respuesta, ya que en el análisis no solo hay que calcular la tarifa que no pagan los colados. Hay que sumarle a eso los costos en los que ha incurrido el sistema para intentar frenar el fenómeno, con inversiones millonarias en infraestructura y funcionarios.
Además de los factores anteriormente expuestos, el precio de Transmilenio depende del Gobierno nacional que por lo general transfiere recursos cada año por aproximadamente $600.000 millones de pesos, dinero que va directamente al subsidio del sistema.
Con las nuevas realidades presupuestales del gobierno, especialmente por la grave afectación que estamos teniendo a nivel nacional por los efectos del Fenómeno del Niño, el alcalde Galán probablemente deberá pedalear esos recursos que probablemente le costarán cierto desgaste político en el camino.
En todo caso, la prioridad es que todos los ciudadanos hagamos un esfuerzo colectivo para intentar acabar con los colados del sistema, esto con el objetivo de seguir manteniendo la tarifa lo más baja mientras sea posible.
