Aunque no se ha posesionado oficialmente, la próxima directora que suena para dirigir la Imprenta Nacional sería la abogada Viviana León Herrera. Anteriormente se ha desempeñado como jefe de Subdirección de la Imprenta Distrital en Bogotá. Ingresó a ese despacho cuando Gustavo Petro era el alcalde de la Bogotá Humana. La imprenta será supuestamente la responsable del suministro, formalización, personalización, custodia y distribución de los pasaportes de Colombia.
El acuerdo que no se ha firmado aún, es un convenio marco interadministrativo entre el Fondo Rotatorio del Ministerio de Relaciones Exteriores y la Imprenta. Una forma burda de saltarse la licitación de varios proponentes que el presidente Petro prometió, y como era de esperarse, meses después incumplió.
Lo que significa esto en términos prácticos es que la Cancillería seguirá administrando y ofreciendo el pasaporte a los colombianos, los datos biográficos y biométricos los resguarda en sus bases de datos, pero el suministro de la libreta y el proceso de grabación de la información en dicha libreta de pasaporte, mejor conocido como personalización, ahora será responsabilidad de la Imprenta bajo ese acuerdo marco. Expertos coinciden en que la solución es una grosera chambonada jurídica.
Eso no es una responsabilidad menor y es lo que ha venido haciendo Thomas Greg & Sons desde hace años. El problema más grande para la nueva directora León Herrera, si es que logra posesionarse, es que únicamente tiene hasta el próximo 3 de octubre, es decir cinco meses, para conseguir un aliado internacional del hemisferio europeo, como lo hizo explícito Murillo, para fabricar e importar las libretas de pasaportes con todas las características de seguridad e implementar la solución tecnológica de grabar la información en dichas libretas. Tiempo que la misma Cancillería en septiembre del 2023 estimó al menos en siete meses cuando justificó la urgencia manifiesta en ese momento.
No se entiende muy bien, cómo y porqué la Imprenta ahora solo cuenta con cinco meses asumiendo que el aliado ya está seleccionado.
La imprenta nacional es una entidad que se transformó en Empresa Industrial y Comercial del Estado, conforme a la Ley 109 de 1994 y adscrita al Ministerio del Interior podría hacer la selección del aliado de forma simplificada sin tener que pasar por un proceso licitatorio, pero el Canciller Murillo exigió la formación de un comité conformado por representantes de presidencia, Colombia Compra Eficiente, Secretaría de Transparencia de la Presidencia, Universidad Nacional de Colombia, OACI. A la mesa se invita a un socio de gobierno internacional quien podría ser perfectamente la empresa alemana Veridos quien ha tenido reuniones a alto nivel.
Parte de lo que expone el Canciller es que deberá haber una transferencia tecnológica para que la imprenta en el 2025 fabrique la libreta de pasaportes en Colombia. ¿Los alemanes tienen el alcance y la disponibilidad de compartir tecnología para que la imprenta se vuelva autosuficiente? Por un lado, suena a que la Cancillería está soltando una papa caliente a la Imprenta que no tiene tiempo para adquirir e implementar la solución. Veridos está compuesta por la empresa privada Giesecke & Debrient y la imprenta gubernamental alemana Bundesdruckerei.
En el Palacio San Carlos se sabe abiertamente que a dedo por instrucción de la familia Petro-Alcocer, la Cancillería escogió a este aliado. Por ningún lado vemos la transparencia y la apertura a una libre competencia. Sin respuesta se quedaron las más de 550 preguntas de las 19 empresas interesadas en participar. A partir del 3 de octubre y por unos buenos meses Colombia no tendrá pasaportes. La funcionaria que se expone a ese lío será Viviana León, quien claramente no está lista para el voltaje que supone la tormenta que se avecina.
