En los últimos años, la economía mundial se ha visto permeada por tantos altibajos y fluctuaciones que impiden incluso, la mera posibilidad de confiar en las predicciones de los economistas. Esto, en un país como Colombia, lleno de gente rebuscadora que “resuelve”, ha permitido la penetración de empresas tecnológicas que buscan ofrecer a los consumidores soluciones que vayan mucho más allá de lo tradicional.
La aparición de las empresas de tecnología financiera (Fintech), ha logrado cerrar rápidamente la brecha de desigualdad en la bancarización. Según el Índice de Inclusión Financiera (IIF) del Grupo Credicorp, durante el 2023 Colombia aumentó 0,9% sus indicadores de inclusión financiera respecto al 2022, un escenario positivo impulsado por las Fintech, que ahora se enfocan en atender a la población que antes no tenía acceso a este tipo de servicios.
Las Fintech están jugando un papel fundamental en la democratización del acceso a servicios financieros. A través de soluciones innovadoras, como las plataformas de pagos digitales, los créditos en línea y las billeteras móviles, están acercando estos servicios a las poblaciones tradicionalmente excluidas del sistema financiero tradicional.
Sin embargo, este panorama no está exento de desafíos. La gran cantidad de empresas Fintech que ofrecen alternativas puede resultar abrumadora para los usuarios, quienes además se enfrentan a la barrera de no comprender a cabalidad los términos técnicos y legales relacionados las nuevas formas de financiamiento, puesto que pueden generar confusión e incertidumbre en los usuarios.
En mi experiencia personal, como usuaria de Fintech, he experimentado la dificultad de navegar en este nuevo ecosistema financiero. Términos como tokenización, blockchain e incluso billetera digital me eran desconocidos hasta que comencé a trabajar en una empresa de este sector. He probado diversas opciones dentro de mis finanzas personales, pero no siempre comprendo a cabalidad cómo estas empresas protegen mis datos o qué procesos hay detrás de sus servicios.
Es aquí donde la educación financiera juega un papel fundamental. Es necesario promover iniciativas que brinden a la población las herramientas y el conocimiento necesarios para navegar con seguridad en este nuevo ecosistema. Solo así será posible aprovechar al máximo el potencial de las Fintech para la democratización financiera.
A pesar de los avances, aún hay obstáculos que superar. El marco regulatorio para las Fintech en Colombia aún está en desarrollo, lo que genera incertidumbre jurídica para las empresas y dificulta su crecimiento. Además, la brecha digital limita el acceso a las Fintech por parte de algunos sectores de la población.
El camino hacia un futuro financiero más inclusivo e innovador está lleno de oportunidades y desafíos. Fortalecer la educación financiera, generar confianza en las nuevas tecnologías y desarrollar un marco regulatorio adecuado son claves para que las Fintech continúen democratizando el acceso a las finanzas y transformen el panorama económico de Colombia.
Indiscutiblemente, en un mundo donde la economía tradicional se tambalea, las Fintech se alzan como una alternativa democratizadora, capaz de brindar acceso a servicios financieros a una población cada vez más amplia. Sin embargo, para aprovechar al máximo este potencial, es indispensable fortalecer la educación financiera y generar confianza en estas nuevas tecnologías.
