“De cada 100 delitos que se cometen en el país 94 % quedan impunes. Descuente en este grupo los ‘niños de bien’ que les dan casa por cárcel y que buscarán sistemas dilatorios para que el delito caduque”.
Por: Dr. Remberto Burgos de la Espriella
Médico neurocirujano, miembro número 1 de la Academia Nacional de Medicina.
Imperdible. He visto por redes sociales la inscripción de los candidatos en Montería y a la Gobernación de Córdoba. Todo un paisaje lleno de sonrisas, nuevos peinados, muchos abrazos, homilías, promesas y juramentos que con ellos las cosas van a cambiar. Hasta lágrimas algunas de cocodrilo. Los ofrecimientos abundan al igual que las fotos y camisetas: todos con un respaldo político que no seduce nada y sólo genera un ánimo triste.
Desconcierta que algunos dirigentes cambien de apoyo y al final, la última imagen llena de sonrisa ratificando el respaldo. Honda desolación en este ambiente donde los nuevos funcionarios deberían llegar decididos a hacer los cambios que la comunidad necesita.
Elegimos el desempleo y Montería tiene un 13,4 %, estable todo este año. Es la tercera ciudad en el Caribe y la octava a nivel nacional. Estas cifras no impactan a los aspirantes y son más importantes los afectivos saludos y los apoyos territoriales. La seguridad y la tranquilidad del ciudadano debe considerarse un imperativo democrático.
El robo en los barrios del norte es una constante y las casas se ven protegiéndolas con verjas para evitar este peligro. Ya se acabaron las meriendas y conversaciones en las terrazas, se teme que el bandido agresor aparezca en su moto y agreda. Tenemos una tasa de homicidio de 18,3 % y el hurto al comercio y a las residencias sigue igual. Los ciudadanos enrejados y los aspirantes no hablan de seguridad, empleo, acabar con la informalidad y crecer como empresa.
Hablemos de corrupción, nos referimos al informe de Transparencia Internacional. Estamos en el puesto 91 entre 180 países y desde 2012 estamos sin mayores cambios significativos. Irregularidades en contratación pública, vulneración en derechos humanos, manejo inapropiado en temas de seguridad son algunos de los factores. Somos un país corrupto. Colombia ocupa la posición 39 sobre 100 y representa una corrupción muy elevada. No he escuchado que hará algún candidato a la Gobernación de Córdoba para mejorar este índice… ¿seguirán robando con los alfiles políticos que los acompañan?
El Índice de Percepción de Corrupción aumentó el 61 % y no hemos entendido el deber que tenemos de proteger los recursos públicos. Tenemos que echar a la caneca que la corrupción sea una forma de gestionar lo público y produce muchas víctimas a quienes les robamos sus derechos fundamentales. ¿Cuándo hablarán los candidatos abiertamente estos temas?
La robadera me tiene hastiado y no he encontrado la forma de empequeñecerla. Qué lástima que en este periodo no se le pueda poner punto final a la financiación de las campañas. La confianza colectiva no existe y lo que vemos son líderes corruptos.
Hace poco leí el primer mapa de impunidad en Colombia. En los últimos 13 años hay 57.682 denuncias de las cuales el 94 % quedaron impunes. Los delitos más frecuentes en la administración pública son el fraude por apropiación (26 %), el contrato sin cumplimiento de los requisitos legales (24 %) y el funcionario que abusa de su cargo para exigir soborno (10 %). Esto podría denominarse el síndrome postraumático o el rosario de las dádivas en el país… Colombia se ahoga en un mar de corrupción y sólo hay un tímido 6 % que produce pena y desconcierto. Señores candidatos: ¿cuándo se debatirá esta oscura realidad?
Rabia e impotencia: 87,9 % sin captura y 77,15 % en indagación. ¿Cómo cambiamos el DNA de quienes aspiran para que las proteínas de la moralización encajen en su personalidad? Señores aspirantes: Córdoba tiene el 97,2 % de denuncias por corrupción sin condenas. ¿Las denunciarán?
De cada 100 delitos que se cometen en el país 94 % quedan impunes. Descuente en este grupo los “niños de bien” que les dan casa por cárcel y que buscarán sistemas dilatorios para que el delito caduque.
Exploremos otros mundos y lleguemos a Singapur. La pena de muerte fue la fórmula utilizada y hoy día es un país pujante y próspero. ¿Se acabó con la democracia? Muchas personas han escrito sobre este tema: una justicia que no opera envía un mensaje claro: el crimen sí paga”.
*Médico neurocirujano, miembro número 1 de la Academia Nacional de Medicina.