Jueves, 21 de noviembre de 2024
Suscríbase
Jueves, 21 de noviembre de 2024
Suscríbase
Simon O´Duilain Simon O´Duilain Reforma a la Salud

Conversaciones internas: Jaramillo hablándole a Jaramillo

Más de este autor

Uno de los grandes problemas que aquejan a la sociedad colombiana es su falta de memoria. Eso tal vez sucede porque el cerebro trata de borrar los momentos que han hecho mucho daño al país pero que es necesario refrescar. Pasó con la toma al Palacio de Justicia en 1987 donde el M-19 acabó de un tajo violento con la memoria institucional de la justicia colombiana. Hoy pasa con la reforma a la salud que ya empieza a ver sus primeras posiciones en el Senado de la República.

Hagamos memoria. El 28 de octubre de 2013 se adelantó una marcha de batas blancas con médicos, enfermeros, salubristas, especialistas clínicos, entre otros que marcharon desde el Parque Nacional hasta la Plaza de Bolívar en contra de la reforma a la salud que proponía el gobierno de entonces presidente Juan Manuel Santos. Allí, en esa marcha, estaba el secretario distrital de salud Guillermo Alfonso Jaramillo con su perro.

En ese entonces la Asociación Colombiana de Neurología expresó su posición indicando “Si tiene cerebro, dígale no a esta Reforma a la Salud”. Por esa época, el mandatario de los colombianos hizo una alocución indicando que era necesaria para evitar el colapso financiero del sistema de salud permitiendo a los hospitales tener mejores atenciones a sus usuarios y a quienes lo necesitaban.

El Jaramillo de hace 11 años (2013) pareciese que le está hablando al Jaramillo de 2024, el problema es la memoria porque una cosa es tener 62 años y hoy 73. Al parecer el MinSalud omitió la teoría del desarrollo de Erik Erikson (1950) donde expresa que la generatividad -capacidad de las personas para desarrollarse y realizar un aporte a los entornos en los que viven y participan- define el interés por guiar y asegurar el bienestar de las siguientes generaciones y, en último, por dejar un legado que nos sobreviva.

Eso se expresó claramente hace un par de días en una de sus mal acostumbradas declaraciones porque pasamos del “de malas” de la vicepresidente Francia Márquez al “no nos jodan” del líder de la cartera de salud. Los años le están dejando ver la falta de paciencia y resiliencia.

Ningún aporte a la sociedad colombiana en materia de salud ha hecho Jaramillo. Es más, dejó vencer más de un millón de vacunas para menores de edad de la farmacéutica Moderna tirando a la basura más de 70 mil millones de pesos que le costaron esos biológicos al pais.

En ese octubre de 2013 las arengas de la Asociación Nacional de Internos y Residentes (ANIR), la Asociación Colombiana de Neurología y otros actores rechazaron la reforma con los siguientes argumentos:

  • No es la respuesta a las múltiples necesidades que aquejan al sector
  • Ahonda las necesidades y no establece mecanismos de solución ni de control fiscal de los recursos de la salud
  • Al final serán los pacientes los que estarán siendo perjudicados al existir un desequilibrio entre el derecho fundamental y las decisiones del Estado
  • La ley ordinaria no es reflejo de la necesidad de los colombianos para acceder a una salud digna, eficaz y equitativa
  • La coyuntura actual de la reforma exige que mostremos un liderazgo capaz de movilizar a la sociedad en defensa del preciado bien.

Es claro que las posiciones frente a la reforma de 2013 y la actual de 2024 son coincidentes. La orden del alcalde Petro -de ese entonces- fue que Jaramillo hiciera bulla y presencia en la marcha. Hoy está más expuesto, que nunca antes, ante las salidas en falso como actual ministro de salud. Desde el propio gobierno le dicen “hablador” por querer hacer una reforma tributaria que aporte recursos a la salud mostrando a la luz pública, que no tiene recursos para llevarla a cabo y que, además, está utilizando dineros de la salud para construir CAPS mientras estamos a la deriva, con insuficiencia de medicamentos y acomodando al libre albedrío directores de Invima y Nueva EPS sin las capacidades e idoneidad necesaria.

La memoria, como vemos, no es el fuerte de Jaramillo, y de algunos colombianos que no han querido ver el mal que se le está haciendo al país con esta regresividad. Es importante actuar YA, haciendo alusión a otro de los eslogan de 2013: “Por una salud digna”.