Por: Simón Santiago Doncel. Analista, especialista en Marketing Político y Estrategias de Campaña. Twitter @ssdoncel
Especial para Revista Alternativa
Continúa la agenda de reformas impulsadas semanalmente por el Gobierno de Gustavo Petro. El pasado lunes fue aprobada la creación del Ministerio de la Igualdad y la Equidad en comisiones conjuntas del Congreso. Como siempre: bombos, platillos, pero pocas partituras entre el Gobierno y el legislativo.
Persisten las dudas sobre el funcionamiento de la cartera que sería inicialmente dirigida por la vicepresidenta Francia Marquez, teniendo en cuenta que su misión es poco clara o posiblemente ambigua con respecto a otros órganos del gobierno y del Estado ya existentes.
El documento presentado al Congreso plantea funciones como: adoptar y ejecutar planes, programas y estrategias para focalizar la oferta social del Estado para poblaciones históricamente excluidas o generar información que permita visibilizar las características, contextos y condiciones de vida que impiden a las personas superar las condiciones de inequidad y desigualdad, para la elaboración de políticas públicas que garanticen el cierre de brechas.
Es evidente que en Colombia, un país en el que casi la mitad de sus habitantes viven en situación de pobreza y que casi 7 millones de habitantes viven en pobreza extrema (casi la población de Bogotá), hay un problema de desigualdad en letras mayúsculas.
La solución está en la asignación y ejecución de los presupuestos de las políticas públicas destinadas para atacar las brechas sociales, de género, económicas, discriminación, etc., en las distintas entidades, no en el mapeo.
Sin embargo, como mencioné previamente en algunas de las funciones del nuevo ministerio: generar información que permita visibilizar las condiciones de vida de personas en condiciones de inequidad, ya se realiza por parte de entidades como el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), cada ministerio en su sus competencias hace lo propio, otras entidades adscritas al gobierno, alcaldías, gobernaciones, etc. La desigualdad y la inequidad están ampliamente identificada en el país, cabe preguntarse: ¿es necesario un ministerio adicional para dicho cometido?.
El senador Carlos Motoa de Cambio Radical ante la falta de un concepto sobre el costo fiscal, dijo: “Yo quisiera que me explicarán por qué con los años de vigencia de la Carta Política que tiene conceptos claros sobre Igualdad material, formal y no discriminación, ahora sí en el Estado colombiano se va a cumplir el principio de igualdad por la simple creación de un Ministerio.”
En cuanto a la ejecución de planes y proyectos para focalizar la oferta social del Estado, llama la atención la proposición de la representante Carolina Arbeláez para fusionar el MinIgualdad con el Departamento de Prosperidad Social (DPS) para abaratar costos. Pero de nuevo: ¿la solución más expedita no sería elevar al DPS a la categoría de ministerio, tal y como se hizo con Coldeportes y Colciencias?.
Bonus track: La nueva tarea de la Vicepresidente-Ministra requiere evolucionar del lenguaje permanente de la victimización, hacia un discurso de acciones claras con metas e indicadores que trasciendan de un rol político hacia uno operativo, en esta, una de las tareas más importantes y transversales del país.
