Por: Humberto Barros F.
El presidente Gustavo Petro ha tomado en las últimas semanas una estrategia de choque para enfrentar los recientes escándalos de su gobierno, y es usar su cuenta personal de Twitter, para criticar cualquier tipo de comentario en su contra y especialmente para criticar a los medios que publiquen cualquier tipo de noticia que no sea de su agrado.
Ante esto la Fundación para la Libertad de Prensa, Flip, apareció ayer haciendo amigables recomendaciones de cómo debería ser el comportamiento de la máxima autoridad del Estado con el periodismo. Con un informe titulado “Consideraciones sobre el uso de Twitter de la Presidencia y riesgos para la libertad de prensa”, nombre largo y extenso que toma mucha distancia de las críticas y tono que manejaba la FLIP durante la anterior administración de Iván Duque.
La FLIP recalca que: “ En el último mes el Presidente Gustavo Petro ha difundido en su cuenta de Twitter por lo menos 34 trinos en los que menciona a nueve medios de comunicación…el Presidente debe ser contundente a la hora de abstenerse de emitir cualquier mensaje que la ciudadanía pueda interpretar como permisivo frente a la violencia contra la prensa”, pero también reconoce:
“Reiteramos que la participación del jefe de Estado en el debate público en redes cumple un rol importante en la democracia, pues ofrece un canal de comunicación en tiempo real con algunas posibilidades de interacción directa con ciudadanos y medios”.
Al informe el presidente Petro no le prestó importancia y arrancó el día de hoy con el siguiente trino cuestionando una noticia de RCN Radio:
“Soy tolerante con los medios del establecimiento”, es la frase que resume la respuesta a la tardía reacción de la FLIP cuya cabeza, Jonathan Bock, anunció que se reuniría pronto en la Casa de Nariño con el mandatario. Un trato que muchos consideran bastante comprensivo.
Van apenas 6 meses de la relación Petro- Prensa y no gusta la forma como se informa sobre los errores propios y de su equipo de trabajo, donde por cierto ya asomó la corrupción que tanto criticaban por los lados del Departamento de Prosperidad Social, DPS, donde su secretario general Jonathan Ramírez estaría manipulando licitaciones para quedarse con ellas. Ramírez fue despedido de inmediato y podría ser la punta del iceberg de un manejo indebido para quedarse con recursos de los menos favorecidos.
Toca sentarse y esperar si cambiará el trato con los medios de comunicación, o si la estrategia de choque funciona y se mantiene los próximos años.
Aquí el link del comunicado de la FLIP: https://t.co/G1QOsD9zey