Como critica han catalogado la situación que se presenta en este momento. Más de 3.000 vehículos están represados debido a diferentes bloqueos en varios puntos cercanos a Buenaventura, la cual ya se encontraba incomunicada con el resto del Valle del Cauca y el país por las protestas de las comunidades afrodescendientes e indígenas que residen en los corregimientos de Cisneros y La Delfina y quienes desde el lunes 21 de noviembre tienen detenido el tráfico.
Estas comunidades reclaman la atención y presencia de un representante del Gobierno Nacional, debido a que requieren con urgencia ayudas por la ola invernal que los tiene afectados.
Se calcula que en la vía Buenaventura hasta Cisneros, están represados cerca de 1.000 vehículos, debido al más reciente derrumbe mientras que entre el peaje de Loboguerrero, Alto Calima y Media Canoa, permanecen detenidos más de 2.300.
Varios gremios y empresarios han manifestado su preocupación debido a que en este momento los bonaverenses no pueden acceder de manera adecuada a derechos básicos como la salud, alimentación, el trabajo y los servicios públicos. También han hecho un llamado por los impactos sobre la actividad económica del puerto, pues por cada día que la vía está bloqueada o cerrada las pérdidas ascienden aproximadamente a $5 mil millones.