3 sesiones de más de 10 horas y varias discusiones tuvieron que pasar para que los concejales de Bogotá autorizaran la adhesión de la capital a la denominada región metropolitana, una figura asociativa de la que ya hace parte la Gobernación de Cundinamarca y a la que podrán irse sumando los municipios vecinos previa autorización de sus concejos territoriales.
El propósito principal de la región metropolitana es garantizar la ejecución de planes y programas de desarrollo sostenible y la prestación oportuna de servicios, para beneficiar a los habitantes de la capital del país y de los 17 municipios cercanos mediante sistemas de transporte integrados y políticas públicas que promuevan la competitividad y la sostenibilidad.
Algunas voces de concejales en contra de la iniciativa manifestaron su preocupación por un posible incremento de impuestos para los habitantes de la ciudad y por la posibilidad de que la región metropolitana deba asumir el pago del déficit que tiene el sistema de transporte masivo Transmilenio en la actualidad.
Ahora el proyecto de ley orgánica queda listo para ser sancionado por la Alcaldesa Claudia López, una de sus mayores promotoras.
