Los simios fueron rescatados del Centro de Investigación Caucaseco y la Fundación Centro de Primates, ubicados en las afueras de Cali, donde estuvieron durante varios años en jaulas.
Muchos de ellos presentaban lesiones graves, como la falta de ojos, falanges rotas, alopecia, dientes partidos o con sarro, y estaban llenos de parásitos. Actualmente, están recibiendo el tratamiento necesario para recuperarse de estas condiciones y mejorar su calidad de vida.
La organización animalista PETA fue la encargada de denunciar los actos de crueldad que sufrían los animales, quienes estuvieron cautivos en los centros de investigación Caucaseco y Centro de Primates de Cali en Colombia.
La denuncia de PETA ha puesto de manifiesto la necesidad de supervisar los métodos de investigación en los que se utilizan animales y de garantizar que los mismos sean tratados con dignidad y respeto en todo momento.
La Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) lideró una operación en colaboración con la Fiscalía, la Policía y el Ejército para rescatar a los animales el 17 de febrero pasado.
Posteriormente, los animales fueron llevados al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre San Emigdio, un refugio de 14 hectáreas donde un equipo de 23 profesionales se encarga de su cuidado y recuperación de la salud.