En su intervención en la COP 26 de Glasgow, Escocia, el mandatario pidió dejar los discursos vacíos y asumir metas concretas y ambiciosas contra el cambio climático.
Esta crisis “tenemos que asumirla como nuestro mayor reto moral, como nuestro mayor reto existencial y no podemos salir de esta COP (Conferencia de las Partes) sin darle al mundo una respuesta concreta”, expresó.
Duque afirmó que este es el momento adecuado para, entre todos, encontrar un punto de inflexión y dejar atrás los “discursos vacíos”, para juntos encontrar un camino guía con el fin de enfrentar la situación.
Fue enfático en decir que se debía actuar ya, porque el mundo está sufriendo. “Esta crisis climática se traduce en más desastres naturales, más inundaciones, el aumento en los niveles del mar, la erosión costera, la destrucción de glaciares y nevados, y el aumento de las temperaturas, que también llevan a que se expandan las enfermedades transmisibles”, explicó.
Según Duque, una meta clara e innegociable sería que para el “2030, como mínimo, tengamos una reducción del 45 % en las emisiones de gases efecto invernadero (…)” y mantener el objetivo de no pasar de los 1,5 grados centígrados de calentamiento.
Al hablar del país, recordó algunas metas que se han venido pactando y trazando: “Hemos suscrito el compromiso de tener el 30 % de nuestro territorio como áreas protegidas para el año 2030, pero no vamos a esperar hasta el 2030. En el año 2022 tendremos el 30 % de nuestro territorio declarado como área protegida”.
Resaltó que en Colombia se ha multiplicado por cien la capacidad instalada de energías renovables no convencionales, y que en lo que va de su periodo se han sembrado 120 millones de árboles. En diciembre del 2022, se debe cumplir con el objetivo de tener plantados 180 millones.
Finalmente, dijo que el país reducirá al 51 % sus emisiones de gases efecto invernadero para el 2030, y que alcanzará la carbono neutralidad hacia el 2050.
Por último, les dejó un recado a los demás gobernantes asistentes a la cumbre: “Colombia, apreciados jefes de Estado, asume estos retos. Y si un país como Colombia, que tan solo representa el 0,6 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, toma esta determinación, por qué no hacen lo propio los países que más han contribuido a esta crisis climática”.