El restaurante del chef catalán Ramón Freixa, localizado en la Torre del Mar del Hotel Las Américas, ofrece en su carta lo mejor del Mediterráneo y del Caribe.
En el piso 10 de la Torre del Mar del hotel Las Américas está uno de los lugares favoritos de los visitantes de Cartagena y de muchos de los propios cartageneros. Es el restaurante Erre, un lugar que mezcla todos los sabores del mar Mediterráneo con lo mejor de la cocina caribe.
Su chef, el catalán Ramón Freixa, tiene a su haber nada más ni nada menos que dos estrellas Michelin, los galardones más prestigiosos de la gastronomía mundial, y tres soles Repsol, los cuales son otorgados a los mejores cocineros y restaurantes de España y Portugal. Freixa se ha dado el lujo de cocinar en el Palacio Real, en Madrid, para los reyes de España y personalidades mundiales.
A punto de llegar a sus 50, es reconocido en la capital española por el restaurante Ático y por el que lleva su nombre, ambos situados, como el de Cartagena, en prestigiosos hoteles. Pero también tiene restaurantes de tapas en altamar con la naviera MSC; otro en Gerona (Cataluña) y servicios de catering y domicilio en la capital española.
Tanto en Europa como aquí, Freixa ha ganado fama de ser un chef travieso en la cocina y con espíritu innovador, lo cual le da a su carta un sello muy personal. “Yo no cocino, trato de dar felicidad”, suele decir el cocinero, que cada vez que viene a Cartagena revisa la oferta, hace ajustes en el funcionamiento del restaurante con coequiperos y prepara cenas especiales para amigos y clientes reconocidos.
Después de casi una década de haber puesto sus ojos en el “Corralito de Piedra”, se siente feliz, como un cartagenero más, y el corazón se le vuelve un poco más colombiano por “la calidez” que recibe de la gente.
En Erre cuenta con 17 colaboradores, todos talento local. Según la experiencia del chef Éver Fraija, quien está en Erre desde hace ocho años y recibió preparación en España, en el restaurante de Freixa, suelen ser mitad locales y mitad extranjeros en tiempos normales.
Son ellos quienes les han dado fama a platos como el chicharrón de pulpo con yuca frita, “sin duda el más popular”, dice Fraija.
El flan de vainilla con crema montada y las croquetas de jamón también, agrega, están entre los más pedidos, al igual que la pesca del día. Fraija asegura que es norma en Erre ofrecer productos de mar locales y muy frescos, como también carnes maduradas con mucho cuidado y sus arroces especiales. Todos ellos alcanzan un nivel de excelencia gracias a la tecnología de cocina que tiene el restaurante, instalado bajo estándares europeos. Por eso es posible encontrar en Erre un jarrete de ternera, el cual se suele servir en la mesa 48 horas después de su cocción.
El restaurante incrustado en el Hotel Las Américas ofrece muchas posibilidades para darle gusto al paladar con una gama amplia de vinos y sus platos variados, que se pueden disfrutar en cuatro ambientes: uno para encuentros informales alrededor de una tapas. Otro es el bistronómico y gourmet, más elegante y dedicado a la alta cocina, y un tercero es un comedor con menú de degustación. Y afuera de los grandes cristales está el cuarto: la terraza con vista al mar, donde se puede gozar de los mejores atardeceres de la ciudad. Pasar un rato allí con buen aire y buena comida se ha vuelto uno de los mejores planes en esta época de la pandemia que Erre ha afrontado con todas las normas de bioseguridad, incluida la reducción del aforo.
Con la reactivación de la ciudad, cada vez es mayor la presencia de visitantes y comensales en Erre. Reiterando las palabras del chef Freixa, es el lugar de Cartagena donde se cocina felicidad.