Francia va a prohibir las abayas en las escuelas públicas en nombre del laicismo ya que el Gobierno considera que estas túnicas amplias que cubren el cuerpo de las mujeres, de la cabeza a los pies ocultando las formas, originarias de países musulmanes, son un vestido de identificación religioso.
«La escuela no es el lugar para hacer proselitismo religioso», subrayó este lunes el portavoz del Gobierno, Olivier Véran, para justificar una medida avanzada horas antes por el ministro de Educación, Gabriel Attal.
En una entrevista al canal BFMTV, Véran recordó que en las escuelas públicas se aplica el principio del laicismo y la abaya «evidentemente es un vestido religioso», aunque el Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM) pretenda lo contrario.
El domingo por la noche, Attal había explicado esta prohibición con carácter general que ya podían decidir los directores de centros escolares por propia iniciativa, porque esos mismos directores «esperan reglas claras a nivel nacional».
El titular de Educación hizo hincapié en que en Francia «la escuela de la República se ha construido en torno a valores extremadamente fuertes, y en particular el laicismo».
«El laicismo -añadió- no es una limitación, es una libertad. Es la libertad de forjarse una opinión. Para mí el laicismo en la escuela es algo muy claro: cuando se entra en una clase no se tiene que poder distinguir la religión de los alumnos al mirarlos. Por tanto, he decidido que no se podrá seguir llevando la abaya».
Attal tiene intención de reunirse esta semana con los directores de los centros escolares para explicar su directiva.
Una ley de 2004 proscribe en las escuelas y liceos públicos los vestidos o signos con los que los alumnos «manifiestan de forma ostensible una pertenencia religiosa». El objetivo de la ley en ese momento era sobre todo el velo islámico.
El CFCM, un órgano de representación de los musulmanes ante los poderes públicos, se había pronunciado en junio al calor del debate sobre la proscripción de la abaya en los centros escolares afirmando que no es un vestido musulmán.
«En la tradición musulmana, que nosotros defendemos, un vestido sea el que sea no es un signo religioso en sí», señalaba el CFCM, que decía temer que esa polémica diera lugar a una estigmatización de los musulmanes