Caracas, 13 may (EFE).- «En este momento bandas criminales pretenden, porque una cosa es que quieran y otra cosa es que puedan, volver a posicionarse, y por eso hemos lanzado esta operación Frontera de Paz y ratificó lo que he dicho, la soberanía y la paz de la frontera no son negociables, se imponen y se defienden con la fuerza de la Constitución», dijo el funcionario en un vídeo publicado en su cuenta en Instagram.
Bernal hizo esta afirmación durante un recorrido por el sector fronterizo de La Mulata, en Táchira, una zona que, aseguró, «hasta hace tres años estaba bajo el control absoluto de los paramilitares colombianos», y que, luego de «un gran esfuerzo», fue liberada.
Este jueves, el gobernador informó que más de 1.000 policías fueron desplegados en dos zonas del estado Táchira como parte de un operativo para «contrarrestar la violencia criminal que pretende extenderse».
Se trata del operativo «Frontera de Paz», para el que se desplegaron 1.350 «efectivos de seguridad ciudadana» en San Antonio y Ureña, limítrofes con el departamento colombiano de Norte de Santander, desde donde la violencia amenaza con «extenderse», señaló el funcionario entonces.
La activación de este operativo tuvo lugar cuatro días después de que ocho personas resultaran heridas por un ataque con una granada lanzada a un comercio en el municipio Pedro María Ureña por «bandas criminales» del país andino que extorsionan a comerciantes, según denunció Bernal el pasado domingo.
Aseguró entonces que en Colombia han vuelto a «estructurarse poderosas bandas criminales» que «han desatado una ola de violencia», que «pretenden ahora extender» al país caribeño, donde «han comenzado, hace unos dos meses, aproximadamente, a amenazar a los comerciantes (y) a los industriales».
Los ministros de Defensa de Venezuela y Colombia, Vladimir Padrino e Iván Velásquez, respectivamente, firmaron este jueves en Caracas un acuerdo conjunto para incrementar las acciones contra la criminalidad en la frontera. EFE