Iván Duque Márquez, presidente de Colombia (2018-2022). Foto: EFE
En una entrevista con EFE en Madrid, donde se encuentra para participar en la Cumbre Concordia sobre retos globales como la seguridad energética o la ciberseguridad, Duque enfatiza que al ELN «le encanta hacer mesas y conferencias y congresos para tratar de ganar espacio, legitimidad y presión política».
El grupo, la última guerrilla en armas de Colombia, se mantiene activo desde los años 60 y se le atribuyen casi 10.000 víctimas por delitos de secuestro, asesinato selectivo, masacres y daño a bienes civiles.
Aunque también negoció con el exmandatario Juan Manuel Santos, uno de los artífices de los Acuerdo de Paz con las FARC, los diálogos se interrumpieron durante el mandato de Duque (2018-2022) y se reiniciaron ya con Petro el pasado noviembre.
El mayor logro hasta el momento ha sido el acuerdo este mes de un cese bilateral de la violencia de seis meses que, según Duque, «no es un cese al fuego» porque el ELN ha dicho que «van a seguir extorsionando y asesinando».
En esa línea acusa al grupo guerrillero de no decir «al país ni al mundo qué es lo que quieren» que, precisó, es «lo primero que deberíamos saber».
«Al menos para tratar de ver qué hay en su mente que justifique cincuenta años de asesinatos, secuestros y extorsión, ellos tienen que decir qué quieren», incide.
«CLAUDICACIÓN DE LA FUERZA PÚBLICA»
Duque analiza el acuerdo del cese bilateral de la violencia alcanzado por ambas partes y considera que «tal como fue pactado no es un cese sino una claudicación de la fuerza pública».
«El ELN dijo que van a seguir extorsionando y asesinando, y eso no es un cese al fuego, y luego yo creo que el ELN es una organización absolutamente caótica, tiene unos comandantes, un comando central y organizaciones territoriales, todas vinculadas al aparato del narcotráfico«, acusa.
Algo que, a su parecer, «va a hacer cada vez más difícil la conversación«.
Duque también analiza los planes de negociación que Petro quiere llevar a cabo con los grupos de narcotráfico y critica la oferta del mandatario de que estas bandas puedan quedarse con hasta el 6 % de su fortuna si se entregan.
«Cuando usted le dice a un narco que va a negociar con él y le va a dejar quedarse con el 6 % de su fortuna, ya se perdió Estado de Derecho», asevera.
Según el expresidente, «con el narco no se puede negociar», y el hecho de que puedan conservar parte del dinero obtenido de esta actividad ilícita significa la «institucionalización del lavado de activos».
«Por eso, yo soy bastante pesimista frente a esto«, reconoce.
Foto: EFE.
ACUERDOS DE PAZ CON LAS FARC
El exmandatario alude también a los Acuerdos de Paz que se firmaron en 2016 con la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que criticó duramente durante su campaña presidencial.
Pese a ello, dice que «al menos con las FARC a final del día (de las negociaciones) se sabía qué se quería», pero cuestiona que los anuncios de la llegada de la «verdad, justicia, reparación y no repetición» hayan tenido éxito.
«La verdad no la han dicho toda, no han contado sus vínculos con el narcotráfico ni la realidad de los crímenes sistemáticos a mujeres y niños, en la justicia no hemos visto hasta ahora ninguna pena significativa de la justicia transicional a ningún miembro de las FARC», enumera.
Sobre reparación, subraya que las FARC «no han entregado siquiera su fortuna para reparar a las víctimas». EFE