La destitución este martes del republicano Kevin McCarthy como líder de la Cámara de Representantes estadounidense ahonda la división entre moderados y radicales de ese mismo partido y sume en la incertidumbre a ese hemiciclo, paralizado hasta la elección de un nuevo presidente.
La moción para echarlo presentada el lunes por el ultraconservador Matt Gaetz superó primero un voto de procedimiento y después fue aprobada con 216 a favor y otros 210 en contra, haciendo historia al ser la primera vez que una medida de este tipo sale adelante en el país.
El líder de la minoría demócrata en ese hemiciclo, Hakeem Jeffries, había instado este martes a sus miembros a no apoyar a McCarthy, por lo que el desenlace pareció claro desde el inicio de la jornada, ya que el ala más radical de la bancada republicana estaba dispuesta a echarlo y ocho de esos legisladores actuaron en consecuencia.
«La alta inflación está al borde de llevar a la bancarrota a las familias estadounidenses. Nuestra economía se está rompiendo en dos. McCarthy ha fallado a la hora de posicionarse en lo importante. No me disculpo por defender el derecho de todo trabajador estadounidense a una vida decente», dijo Gaetz en el debate que precedió al voto final.
El hasta ahora líder de la Cámara Baja llegó al cargo en enero de 2021 tras 15 votaciones que fueron bloqueadas de manera sucesiva por sus opositores dentro de su misma formación, Gaetz incluido, quien se abstuvo en los dos últimos. En esa ocasión McCarthy también hizo historia al ser el primero en un siglo en no ser elegido a la primera.
El reglamento de esa cámara establece que es el propio «Speaker», tal y como se conoce ese cargo en inglés, quien debe elaborar la lista de sus sustitutos y el orden en que estos pueden ejercer de forma interina en caso de vacante hasta la elección de un nuevo líder.
En cuanto se confirmó su revocación se hizo público que será reemplazado de forma temporal por el también conservador Patrick McHenry, representante del décimo distrito de Carolina del Norte.
Demócratas y republicanos pueden presentar ahora a sus propios candidatos, que deben superar la mayoría de los votos emitidos para alzarse con ese cargo.
El liderazgo de McCarthy fue frágil desde el principio, acusado por sus opositores de ceder a las presiones demócratas y de no defender lo suficiente recortes en el gasto, y su vacante es la culminación de la división interna de su partido entre los afines al exmandatario Donald Trump (2017-2021) y el resto.
Ese vacío llega en plena negociación de los presupuestos para el actual año fiscal, después de que el sábado una ley prorrogara durante 45 días la financiación en los temas clave para evitar un cierre de la Administración.
Está en el aire también la ayuda estadounidense a Ucrania, que se quedó fuera de esa normativa y que está previsto que se contemple en un proyecto de ley aparte.
No hay una norma que establezca cuánto tiempo puede prolongarse la presidencia interina, pero la urgencia del momento insta a que el proceso de sustitución no se demore, ya que en la práctica el presidente interino solo puede gestionar temas administrativos y la nueva legislación debe esperar a la llegada del siguiente líder.
«Después de ocho meses de liderazgo fallido y de esta destitución histórica, creo que deberíamos pasar página y encontrar a alguien más. Lo que ha paralizado la Cámara de Representantes es el fracaso de McCarthy», dijo Gaetz, que descartó postularse para ese puesto y no se consideró responsable del «caos» legislativo que algunos auguran.
Hasta ahora la moción de destitución solo se había utilizado en dos ocasiones, ambas fallidas y también contra líderes republicanos: en 1910 contra Joseph Cannon, que la superó, y contra John Boehner en 2015, año en que no llegó a someterse a voto pero tras la cual este último acabó dimitiendo.