«En esta oportunidad, ante los honorables magistrados del CNE respondí los cuestionamientos que me hicieron y di claridad sobre mis funciones y actividades realizadas en la campaña del presidente Gustavo Petro«, explicó Sarabia, quien hasta el pasado 2 de junio fue la mano derecha del presidente, tras declarar ante el organismo electoral.
Sarabia fue citada por el CNE junto al embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, quien no se presentó, por los audios revelados en junio por la revista Semana donde el político, sin ahorrar vulgaridades y ofensas contra la exjefa de gabinete y contra Petro, amenazó con revelar supuestas irregularidades en la financiación de la campaña presidencial.
Involucrada en la mayor crisis del actual Gobierno, que incluía el robo de un maletín con dinero y documentos oficiales, escuchas ilegales, supuestos abusos de poder y fuego cruzado entre dos personas cercanas al presidente, Sarabia aseguró que su «rol en la campaña era la construcción de la agenda del entonces candidato presidencial» y «no tenía relación alguna con la financiación de la campaña».
La exjefa de gabinete aseguró que Petro era «enfático» en que todo ingreso o donación en campaña fuera registrado y que su función no tenía que ver con la financiación.
«Mi presencia en este escenario no es otra que mostrar mi disposición y mi compromiso con las autoridades pertinentes. Seguiré luchando profundamente por defender mi inocencia y mi buen nombre«, concluyó Sarabia al leer un comunicado ante la prensa.
El caso Benedetti-Sarabia
Sarabia era la mano derecha de Benedetti cuando fue senador y llegó con él a la campaña presidencial de Petro, siendo ambos dos piezas fundamentales para la victoria del candidato izquierdista.
De hecho el presidente la convirtió en su sombra cuando llegó a la Casa de Nariño y durante diez meses fue la mujer más importante del país.
Sin embargo, en mayo pasado se conoció por la prensa un posible caso de abuso de poder cometido contra su exniñera Marelbys Meza, acusada del robo del maletín con una suma no precisada de dinero de la casa de la alta funcionaria y quien fue llevada al palacio presidencial para ser interrogada.
Días después se supo que se había ordenado la interceptación ilegal de llamadas de Meza y de otra empleada. Además, el pasado 9 de junio se suicidó el teniente coronel Óscar Dávila, que supuestamente tuvo que ver con el interrogatorio ilegal a Meza.
Pero el caso se volvió más oscuro cuando la prensa reveló los audios que Benedetti le envió a Sarabia donde con un tono vulgar y amenazante le pedía un puesto más importante en el gabinete y le amenazaba con revelar secretos que podían enturbiar tanto a ella como a Petro.
En uno de esos audios, Benedetti reclamó a Sarabia mejor trato del Gobierno alegando que él gestionó 15.000 millones de pesos (unos 3,4 millones de dólares o 3,6 millones de euros) para la campaña de Petro y dijo que si contara quiénes la financiaron en la costa atlántica, «nos hundimos todos, nos acabamos todos, nos vamos presos».
Sarabia ya ha declarado ante la Fiscalía como víctima del robo, donde, según Caracol Radio, dijo que el maletín contenía 7.000 dólares -supuestamente de viáticos internacionales- y documentos de seguridad nacional, que es por lo que se procedió con el interrogatorio en dependencias presidenciales.
Mientras tanto, el aún embajador de Colombia en Venezuela -aunque Petro anunció su dimisión el 2 de junio- no acudió hoy a la cita en el CNE y envió una carta alegando su «voluntad de ejercer el derecho fundamental a guardar silencio».
«De acuerdo con la información de la prensa, estoy siendo investigado penal y disciplinariamente por los mismos hechos que ustedes adelantan esta investigación; por lo que, dado el alcance de esta garantía constitucional, haré uso de mi derecho a guardar silencio«, señaló Benedetti en su penúltimo día como embajador. (EFE)