El artista de 62 años había sido operado recientemente por una infección renal, según informan representantes médicos, distintas complicaciones derivadas de su condición, habrían llevado al límite al organismo del legendario artista latinoamericano y líder de una de las agrupaciones más representativas y de una influencia generacional tanto para américa latina como para el escenario internacional.
Cuatro décadas separan a Marciano de aquellos lejanos finales de los años setentas cuando decidiera entregarle al mundo una joven y apasionada voz, llena de el espíritu rebelde de una generación
Javier Cantero, hijo del fallecido artista, declaró lo siguiente sobre el triste suceso familiar: “Lamentablemente no pudo superar las complicaciones. Quiero agradecer personalmente a todos los fans, a todos los amigos de la vida, a la familia, todos los rezos y el apoyo que hemos recibido estos días”. Declaración que continúa con otro mensaje: “Por más que estoy muy triste, miro estos 30 años que pude pasar con él. Cada día que pude pasar fue un regalo. No puedo también dejar de estar feliz por el gran hombre que era y por todo el amor que le devolvieron en estos días”.
Foto: Andrea Kinght / La Nación
Cuatro décadas separan a Marciano de aquellos lejanos finales de los años setentas cuando decidiera entregarle al mundo una joven y apasionada voz, llena de el espíritu rebelde de una generación que hoy no solo rinde tributo a su obra y la de sus compañeros, sino que exaltan un legado que ahora hace parte de su familia, amigos, fanáticos, y todo aquel que en algún instante, se haya enamorado con la melodía de “Mariposas”, se conmoviera con la “eterna soledad”, o simplemente se encontrase entre lamentos bolivianos.
Esta, sin duda es una noticia para la escena el rock latinoamericano y para todas aquellas bandas y artistas, que iniciaran en aquellos tiempos convulsos, un movimiento al son de acordes y guitarras, lo es tanto para ellos, como para sus decenas de miles de fanáticos que hoy elevan a las estrellas a uno de sus enanitos. Hasta pronto Marciano.