Los efectivos militares y servicios de seguridad de Rusia lograron frenar una guerra civil durante la rebelión armada de 24 horas del grupo de mercenarios rusos Wagner, declaró hoy el presidente ruso, Vladímir Putin.
«Ustedes protegieron el orden constitucional, la vida, la seguridad y la libertad de nuestros ciudadanos, salvaron nuestro país de conmociones, detuvieron una guerra civil», afirmó durante un acto en la plaza de las Catedrales del Kremlin.
Allí reunió a representantes de las agencias de seguridad y de Defensa de Rusia que participaron en el operativo antiterrorista el fin de semana.
Según el mandatario, los militares y agentes de los servicios de inteligencia «cortaron el camino a la rebelión, cuyo resultado inevitable hubiera sido el caos».
«En esta situación difícil actuaron con precisión, coordinadamente, mostraron con hechos su fidelidad al pueblo de Rusia y a su juramento militar, mostraron su responsabilidad ante el destino de la patria y su futuro», dijo.
Recordó que los uniformados «garantizaron el trabajo de los principales centros de mando, las instalaciones estratégicas, incluidas las de Defensa, la seguridad de las zonas fronterizas y la retaguardia de todas las unidades que continuaban combatiendo heroicamente en el frente».
«No tuvimos que retirar unidades de la zona de la operación militar especial» en Ucrania, sostuvo.
Recordó la muerte de varios pilotos durante la sublevación, al señalar que «no les tembló la mano y cumplieron con honor las órdenes y su deber militar», por lo que llamó a honrar la memoria de los caídos con un minuto de silencio.
«Su decisión y coraje, junto a la consolidación de toda la sociedad rusa, jugaron un enorme y definitivo papel en la estabilización de la situación. Las personas que se vieron implicadas en la revuelta vieron que el Ejército y el pueblo no estaban de su lado», añadió.
Indicó que «el emplazamiento rápido y preciso de las unidades permitió frenar el desarrollo de una situación extremadamente peligrosa en el país y evitar víctimas civiles».
En lo que es su tercera intervención sobre la rebelión armada desde el pasado sábado, el mandatario agradeció a todos los efectivos de las Fuerzas Armadas, de los servicios de orden público y la inteligencia «su servicio, coraje y valor, así como su fidelidad al pueblo ruso».