Autoridades sanitarias han dicho que el riesgo de contagio de esta enfermedad en la población en general es “muy bajo” y puede detenerse en aquellos países donde no es endémica, sin embargo, en pocos días, decenas de casos han sido confirmados en al menos, 12 países no africanos, como España, Portugal, Reino Unido, Italia, Estados Unidos, Australia y Canadá, entre otros.
Científicos se apresuran a descubrir la causa de este inusual brote en multitud de pacientes y en poblaciones separadas por todo el mundo, lo que ha provocado en pocos días alertas de tipo científicas, sanitarias, administrativas y sociales. Los casos notificados hasta el momento no tienen vínculos de viaje establecidos a áreas endémicas, pero es posible que algún evento multitudinario reciente haya actuado como foco amplificador.
El primer reporte reciente se hizo en Reino Unido y fue notificado el 7 de mayo después de que un paciente había realizado un viaje reciente a Nigeria, donde se cree que contrajo el virus antes de viajar a Reino Unido.
No se trata de un nuevo agente patógeno desconocido, este virus fue descubierto en 1958, cuando ocurrieron dos brotes de una enfermedad similar a la viruela en colonias de monos mantenidos para labores de investigación. El primer caso en humanos fue reportado en agosto de 1970 en la República Democrática del Congo. Desde entonces, el virus ha sido objeto de estudio y se ha realizado seguimiento de los casos y brotes que ha originado.
A diferencia de otros agentes patógenos que suelen propagare de forma asintomática, este es fácil de rastrear debido a que la viruela símica no suele pasar desapercibida por cuenta de las lesiones cutáneas que provoca en diferentes partes del cuerpo, además de otros síntomas como fiebre, dolor de cabeza intenso, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor de espalda, dolores musculares y decaimiento.
Rosamund Lewis, experta del departamento de viruela de la OMS, indicó en una rueda de prensa que por ahora los focos de contagio son pequeños (familias, grupos de conocidos), ya que la principal vía de transmisión es el contacto estrecho, por lo que el riesgo para la población en general es «bajo».
¿Cómo se transmite?
Se sabe que puede trasmitirse de un animal a una persona o también de persona a persona. Aunque la transmisión entre humanos es considerara moderada y poco eficiente, las vías más probables de la enfermedad son por contacto cercano con gotitas de partículas y secreciones respiratorias, lesiones en la piel de una persona infectada u objetos recientemente contaminados.
El contagio también puede ocurrir a través de la placenta de la madre al feto o durante el contacto cercano durante y después del nacimiento. El virus ingresa al cuerpo a través de heridas en la piel, el tracto respiratorio o las membranas mucosas.
La mayoría de personas ya tienen cierto grado de inmunidad debido a que el virus de la viruela del mono, el virus de la viruela humana y el virus vaccinia son ortopoxvirus estrechamente relacionados. Las vacunas contra la viruela humana han demostrado ser eficaces en un 85% contra la del simio, y por consiguiente quienes en su momento fueron vacunados, en su mayoría personas mayores de 45 años, son menos vulnerables al virus. Cabe anotar que el biológico original ya no está disponible en el mundo pero han sido desarrolladas nuevas vacunas de segunda y tercera generación basadas en el virus vaccinia, las cuales presentan actividad frente a la viruela humana y a la viruela del mono.
A pesar del bajo riesgo de contagio, autoridades sanitarias en todo el mundo advierten sobre un posible aumento de casos. Stella Kyriakides, comisaria europea de Salud y Seguridad Alimentaria, dijo que es importante “permanecer vigilante”, con métodos de rastreo y de diagnóstico efectivos.
