(EFE). El exmandatario aseguró en una intervención durante un acto sobre Colombia organizado por su partido en la ciudad de Madrid, que el diálogo es la mejor vía para conseguir la paz y se mostró convencido de que Colombia está «a punto» de lograrla.
Y para lograrlo, subrayó, «primero la paz y luego la justicia», es más, «el orden de las palabras cuenta: primero hay que hablar de la paz, luego de quién es el culpable», insistió en términos generales. Porque «si vas buscando solo la justicia, es más difícil».
A propósito del primer aniversario de la invasión de Rusia a Ucrania, el exgobernante comentó que aspira a que «una generación próxima logre un estado civilizatorio en el mundo donde la guerra sea absolutamente excepcional y se imponga la paz«, tanto en Iberoamérica como en Ucrania.
«Urgen iniciativas por la paz, urge el diálogo, la negociación, el esfuerzo de movilización»; tras admitir que, «normalmente, hay un culpable esencial en una guerra, eso no exime de la responsabilidad a todos de buscar la paz».
Por ello, Rodríguez Zapatero propuso «un amplio debate internacional para avanzar en redefinir el sistema internacional de paz y cooperación» porque «lo peor que nos puede pasar es acostumbrarnos a la guerra».
Por eso es «tan decisivo y debemos volcarnos tanto para que Colombia marque un ejemplo de cómo conseguir esa paz total. Y si es limitada, me vale también», dijo.
Juan Fernández Trigo, secretario español de Estado (viceministro) para Iberoamérica afirmó que “Colombia necesita la paz, no sólo por imperativo ético, sino para ser Colombia». Además recordó a los asistentes que en nuestro país no existe la reelección de presidentes, por lo que animó a quienes participan en el proceso de negociación a que aceleren e intensifiquen los esfuerzos.
Entre tanto, la senadora de Pacto Histórico, María José Pizarro, destacó la necesidad de lograr una «paz total», que implica grandes reformas sociales, policiales, militares y de la lucha contra el narcotráfico.
Para la funcionaria, la negociación no solo debe ser con los grupos armados de origen político y sus disidencias sino también con «estructuras armadas de otro orden que operan en el país. Y defendió la «feminización de la negociación y de la paz» y el reconocimiento del papel de las mujeres como «guardianas de la paz».