Por: ALEJANDRA MELÉNDEZ
Periodista y editora multimedia Alternativa
En una misma calle conviven una galería de arte, un café, una iglesia, un restaurante, una pastelería de autor o un piano bar. Ubicado entre los barrios de Chueca y Salamanca, este punto del centro de Madrid, brilla por sus elegantes edificios, y sus burbujeantes calles donde siempre está pasando algo. Un lugar donde se fusiona el arte, la gastronomía, el shopping, la cultura, la arquitectura, la historia y sobre todo, la buena vibra de quienes caminan por sus calles, ávidos por descubrir nuevas experiencias.
Casi cada mes, hay nuevas aperturas en Las Salesas, apodado el ‘Soho madrileño’ donde sobresalen los cafés que ofrecen más que un latte o un capuccino. Lugares que se transforman en restaurantes al caer el sol, o que se convierten en refugios para conectar con el teatro, el cine, y la cultura en sí.
Fotos: Cortesía Gatopardo Café.
GATOPARDO
Este café-librería está dispuesto en un acogedor local recién inaugurado donde sobresalen una estantería llena de libros y revistas. Un lugar de encuentro para los aficionados al teatro y al cine en una cafetería de especialidad, donde también se puede disfrutar de una copa de vino o una tabla de quesos y donde la invitación es a “desconectar”, a cerrar los computadores y abrir una página de un libro. A hacer una pausa.
El lugar está pensado para que “pasen cosas y sea un sitio de conversación”, señala Julieta Laguna, su fundadora, quien cuenta que además, en los próximos meses, se inaugurará una agenda cultural en donde habrá espacio para lecturas dramatizadas, monólogos, talleres culturales y presentaciones de libros.
De origen argentino, Julieta ha estado siempre muy cerca de España, de ahí que eligió Madrid para su nuevo proyecto. “Siempre he tenido negocios en mi cabeza, empecé a pensar en lugares en los que a mi me gustaría estar, la idea del café me parecía bonita, pero quería algo más y cuando tomé la decisión que fuera café-librería, empezamos con mi socio Israel González”.
Gatopardo, que debe su nombre a la novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, y a un guiño de su fundadora a los madrileños —que son conocidos como “gatos”—, ofrece una carta muy curada, con pastelería francesa, ingredientes locales, quesos y embutidos que se compran en el barrio, así como una variedad de vinos.
Los fines de semana, el café dispone para lectura de todos, periódicos locales, de España, Francia, Estados Unidos, así como revistas especializadas con lo último en las carteleras de teatro: “es volver un poco atrás, volver a tocar el papel, abrir el periódico, cosas que ya casi no encontramos, pero que son muy bonitas”.
Ubicación: Calle Santa Teresa 14.
GOLDA-GOLFA
A primera vista podría parecer solo un café para tomar un croissant y un capuccino, pero su propuesta abarca mucho más. Un sitio donde se fusiona el arte, la influencia gastronómica argentina-israelí y el diseño moderno. De hecho en el local que resalta por sus azulejos color mostaza, hay fotografías muy interesantes de Pedro Almodóvar y piezas artesanas como son los Tajines, una especie de plato con tapa de arcilla hechos a mano que pertenecían a la diseñadora española Elena Benarroch. Durante el día, Golda ofrece café́ de especialidad, zumos y smoothies hechos al momento y una gran oferta de comida healthy y tasty para desayunar, comer y merendar. Además es petfriendly, ha sido escenario de jornadas de lectura dominicales y su estética hace del local un lugar internacional, muy contemporáneo para trabajar, crear y conectar.
Fotos: Cortesía Golda.
¿Por qué GOLDA? “Golda es el nombre de una mujer, y es el homenaje que hacemos a todas las mujeres, a las mujeres con personalidad, a la mujer trabajadora, con fortaleza, creativa, potente. También está asociado a la primera mujer primer ministro Israelí́: Golda Meyer, una mujer política histórica, con mucha templanza y resiliencia”, señalan desde el café.
“La idea con Golda es crear una marca escalable, hacerla crecer y en un futuro abrir varios Golda”, comenta Alejandro Pitashny, uno de los socios fundadores del grupo Fayer, junto con Martin Loeb, quienes además, han hecho una nueva apuesta con Golfa, un espacio exclusivo que funcionará en el mismo local de Golda.
Al caer la noche, desde las 8:30 p.m., y de lunes a viernes, Golfa, se transforma para ofrecer una cocina ecléctica y cuidada selección de vinos por copa con referencias de todo tipo, tanto clásicos como naturales siendo atendido por la sumiller Belén Maga y el chef Mariano Muñoz. Como afirman sus creadores: “A Golfa la llaman la oveja negra de la familia, ya que es un sitio bohemio, desenfadado y canalla. El espacio será́ identificado con un clima elegantemente sofisticado y a su vez descontracturado de un estilo más funky y rockero respondiendo en parte a un estilo remitente a la bohemia parisina”.
Ubicación: Calle de Orellana 19.
La excusa es el café, pero una vez dentro, estos lugares cautivan por su auténtica oferta cultural y gastronómica. Ya sea a la luz del día o con la luz cálida de las velas.