El Día de las Velitas, una festividad colombiana que marca el inicio de las celebraciones navideñas, es una tradición arraigada en la cultura colombiana. El 7 de diciembre, víspera del Día de la Inmaculada Concepción, las familias colombianas se reúnen para encender velas, farolitos y fuegos artificiales, iluminando las calles y hogares en un espectáculo festivo.
Aunque las velas de colores vibrantes son comunes durante esta celebración, el uso de una vela negra lleva consigo un significado especial y profundo, que varía según las creencias y prácticas espirituales de quienes lo realizan.
1. El aspecto espiritual:
En algunas prácticas espirituales y esotéricas, el color negro está asociado con la protección, la limpieza espiritual y la absorción de energías negativas. Encender una vela negra puede simbolizar la búsqueda de purificación del espacio, alejando la negatividad y atrayendo influencias positivas.
2. La conexión con la magia y el misterio:
El color negro también está vinculado con la magia y el misterio en diversas tradiciones. Prender una vela negra podría representar la apertura hacia lo desconocido, la búsqueda de respuestas o la conexión con aspectos más profundos de la espiritualidad. Es una invitación a explorar la oscuridad con la esperanza de encontrar luz y claridad en el proceso.
3.La memoria de seres queridos:
Para algunas personas, el Día de las Velitas es un momento para recordar y honrar a los seres queridos fallecidos. Encender una vela negra en este contexto puede simbolizar el recuerdo de aquellos que ya no están físicamente presentes, pero cuya memoria perdura. El negro puede representar la trascendencia y la conexión espiritual con aquellos que han cruzado al más allá.
El uso de una vela negra durante el Día de las Velitas es una expresión única de creencias y prácticas individuales, enriqueciendo la rica tradición de esta festividad colombiana.