Satanás de Mario Mendoza, La mansión de Araucaima de Álvaro Mutis y, más recientemente, El olvido que seremos, de Héctor Abad Faciolince son algunas de las extraordinarias novelas colombianas que se han transportado a la gran pantalla, unas con más éxito que otras, claro está.
Esto, debido a que no importa que tan buena sea la novela, existe un arte en adaptarla a cualquier otro medio, bien sea, en este caso, cine o televisión. Es por esto, que la adaptación es un proyecto que siempre genera expectativas cuando sale a la luz que alguien está intentando realizarlo.
El público suele juzgarlo de una forma más radical al tener una fuente primaria con la cual compararlo y esto, a la vez, se convierte en una presión mayor cuando se trata de una obra que tiene no sólo una importancia astronómica, sino que también, el cariño de todos aquellos que la han leído. Este es el caso de Cien años de Soledad, la obra magna de Gabriel García Márquez, considerado el mejor escritor universal de los últimos tiempos, la cual está siendo convertida por Netflix en una serie de 16 capítulos que se dice, se estrenará en el otoño de este 2024.
Esta odisea en la que se embarcó Netflix parece, en primera instancia, un riesgo innecesario, más que para la marca de streaming global, para los implicados en el proyecto. No obstante, es también loable el deseo de embarcarse en un objetivo de semejante riesgo y hacerlo con el respeto y el esfuerzo que amerita, puesto que, en el pasado, grandes novelas de la literatura mundial se han llevado al cine y la televisión con unos resultados magníficos, dejando así piezas de arte novedosas, refrescantes y, a la vez, dando a conocer a audiencias nuevas la materia prima, es decir, la obra original.
El arte, inevitablemente, se necesita alimentar de arte, y el cine y la televisión se podrían ver ampliamente beneficiados de la influencia que puedan ejercer sobre ellos las grandes novelas como lo es Cien años de soledad.
La intervención y aprobación tanto de Gonzalo García Barcha, como de su hermano Rodrigo, —reconocido director de televisión—, ejerce también una presión sobre el resultado final que se espera de esta serie de televisión, pero, también es cierto que su participación en el proyecto da tranquilidad y un sentido, no sólo de que va a ser un gran producto final, sino que también se va a mantener fiel a la historia y a la visión de su papá, Gabo.
Por otro lado, hay que hablar del despliegue que ha hecho Netflix al nombrar como directores a Álex García López y a Laura Mora Ortega, dos profesionales consagrados que cuentan no sólo con la experiencia sino también con los laureles que exigen el apuntarse a semejante aventura.
Por el lado de Álex García López, en su destacada trayectoria, se pueden encontrar previas colaboraciones con Netflix en proyectos de alta importancia que han tenido buenos resultados: Chilling Adventures of Sabrina, The Witcher y Cowboy Bebop, son ejemplos de esto. Mientras que Laura Mora Ortega ganó en el 2022 la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián por su película Los reyes del mundo.
Aún más, la inversión de Netflix no fue únicamente en materia de elenco, ya que la producción de la serie es en sí misma una de las apuestas más grandes que se han hecho para una producción colombiana.
Con alrededor de 1.100 trabajadores se logró construir, en un equivalente a 70 canchas de fútbol, el mágico pueblo de Macondo cerca de Alvarado, Tolima. Cumpliendo así, con los requisitos de la familia García Márquez, que, de hacerse realidad la serie, fuera grabada en Colombia y hecha en español. Haciendo una investigación profunda la producción de Netflix cuidó hasta el más ínfimo detalle para reconstruir Macondo, desde las plantas y la vegetación hasta los edificios, las casas y las calles, todo con el objetivo claro de darle una veracidad absoluta.
Con un reto enorme no sólo en la adaptación de la novela, en cumplir con las expectativas y demandas de un público exigente sino también, de traer a la vida misma el pueblo de Macondo, con la exactitud que demanda un proyecto de semejante magnitud, Netflix decidió apostar por lo que es, sin lugar a duda, el proyecto más ambicioso de la televisión en Colombia y, si bien hay razones para estar nerviosos por el resultado final, todo indica que ha estado a la altura del reto.
Por ende, se puede intuir, que el mundo podrá disfrutar de Cien años de soledad en sus televisores, y aún más, que esta versión adaptada de la famosa novela será una de la cual todos los involucrados se podrán sentir orgullosos y que pareciera ser una que el mismo Gabo aprobaría.
