Por Nina Rodríguez/ Cantante, compositora y diseñadora colombiana @ninarodriguezmusica
Después de casi cuatro años, la banda colombiana Bomba Estéreo regresa con Deja, su nuevo trabajo discográfico, en el que rinde un tributo al Caribe, a su folclor y los elementos de la naturaleza: agua, aire, tierra y fuego.
Li Saumet habla pausado y transmite un aura de tranquilidad. De paz. De luz. Con sus letras ha querido reflejar el poder de las palabras, de la música y del arte como elemento transformador. Ese que nos conecta con la energía y la naturaleza, con nosotros mismos. Nos atiende por teléfono desde su casa, cerca de la Sierra Nevada de Santa Marta, donde ha pasado los últimos meses debido a la pandemia y en donde nació Deja, el más reciente álbum de Bomba Estéreo; con él quiere crear conciencia respecto a la conexión que tenemos con la tierra y cuenta con las colaboraciones de Lido Pimienta y el dúo afrocubano Okan.
En entrevista con Alternativa, Li, la vocalista de Bomba Estéreo, resalta la importancia que tienen los artistas para transmitir un mensaje con su música y sus canciones, así como el porqué de las colaboraciones con otros cantantes. Agrega que, para ella, en el mundo de la música hay muchas cosas que se hacen mecánicamente o para ser famoso y la idea del artista está un poco confundida.
“Para mí, un artista es un canal que debería ser de luz, y cuanto más limpio esté ese canal, el arte se puede expresar mejor. Empezando por el concepto de qué es un artista y qué tiene que ser un artista, y no como ego, no como persona, no lo que esa persona va a ganar, ni las cosas materiales, que al final de cuentas no le llenan su espacio interior. Creo que eso es un gran problema, porque nos hacen percibir que el éxito es tener dinero y fama, y en realidad alguien que sea famoso puede decirles que ser famoso no es lo que todo el mundo quisiera; entonces es como quitarnos ese concepto errado para poder cambiar la música”, afirma Saumet.
Una de las colaboraciones que trae este disco es de una artista clave en la creación de este álbum, en un momento en el que Li necesitaba un apoyo. “Hubo un momento antes de este disco en que me sentí un poco perdida de esa esencia del arte y llamé a la persona que considero la artista más increíble, que es mi amiga Lido Pimienta, que la admiro, la adoro, que es real y creativa. La llamé y le dije: ‘Quiero trabajar contigo porque siento que si unimos nuestros dos canales, nuestro mensaje va a ser superbonito”.
Esa conexión, relata, la hizo “retomar su esencia artística” porque, como ella misma cuenta, “es un proceso que nos pasa a todos los artistas”. A los emergentes, a los artistas que crecen y hasta a los más grandes. Para Li, “eso es ser artista. Es estar perdido, decir: ¿ahora qué hago? ¿Para dónde voy? Artistas tan grandes como David Bowie decían que, cuando tenías miedo, sentías que todo estaba mal; en parte era porque estaba bien. Nunca va a haber una zona de confort y, si la hay, asústate”.
El trabajo en conjunto con Lido fue fundamental y un aprendizaje para ambas. “Hubo un momento en que me di cuenta de que la música y las letras que yo hacía podían sanar a la gente y podían, de alguna manera, hacerla feliz y me empecé a conectar un poco más”, añade Saumet. Y considera que la colaboración con otros artistas “es lo más bonito que te puede pasar en la música, porque cuando tú colaboras, unes dos canales o tres o cuatro o diez y arman un canal gigante por donde puede entrar más el mensaje. Las colaboraciones son para eso: sumar energía y espiritualidad, y lograr que el mensaje llegue a más personas”.
Conectar es uno de los verbos conjugados en este trabajo musical. Conectar con la tierra, con nuestro alrededor y con nuestro ser. La canción “Agua” es un rezo a este y todos los elementos del álbum. Como afirma Bomba Estéreo en sus redes: “Un bullerengue, esa música de nuestra tierra, poderosamente afro y mística. La tierra es agua, nosotros somos agua y gracias al agua estamos vivos”.
El disco está compuesto por doce canciones y dividido en cuatro secciones que corresponden a los cuatro elementos: agua, tierra, aire y fuego. Hasta la fecha, la banda colombiana ha estrenado, en todas las plataformas digitales, las canciones “Agua”, “Deja” y “Soledad”.
El video de “Agua” fue dirigido por Li y realizado con el apoyo de todo el equipo creativo que la rodea. Fue filmado en la costa caribeña de Colombia y en cada escena nos sumerge en una especie de ritual lleno de colores y paisajes naturales donde brilla la imagen femenina. “Yo tenía muy claro el concepto de lo que quería mostrar y era, sobre todo, un mundo irreal, pero que es real; que no podemos ver, pero que existe; de esos lugares donde yo vivo, lugares que tenemos al lado y no los vemos… de ese mundo femenino que es creador y que es fértil”. Agrega que, aunque no fue un trabajo fácil, fue un proceso muy “bonito” y que dirigirá más videos de este álbum.
Los ritmos de este trabajo musical tienen sus raíces en el sonido de las poblaciones afro y representan un tributo al folclor, que se fusiona con los sonidos electrónicos de Simón Mejía.
Para Li, este tiempo de pandemia, además de haber coincidido con el proceso creativo del disco, ha sido una oportunidad para conectarse con su familia, consigo misma y con su arte. “Siento que este momento era necesario para todo el mundo, para los artistas grandes y pequeños… un tiempo para retomar qué estamos haciendo con el arte, con la música; para cuestionarnos hacia dónde vamos”. Con respecto al impacto que han tenido estos tiempos en los que los artistas hemos estado lejos de las tarimas y las actuaciones, considera que ha sido un punto de quiebre. “Yo no creo que por ningún motivo la música sea lo mismo antes y después de la pandemia o, por lo menos, eso espero yo… Espero que se cree una conciencia. Este es el momento de hacer canciones, de crear un concepto”, concluye Saumet.