Sus obras están llenas de color, con tonos vibrantes y trazos gruesos que construyen una narrativa en donde la mujer y su cuerpo son la principal fuente de inspiración. Junto a ella, elementos de la naturaleza como los pájaros que simbolizan la libertad y creatividad, o las flores, representaciones de la felicidad y la vida que enriquecen un universo visual lleno de significado. Un mundo fantástico creado por el artista que no solo habita en los lienzos tradicionales, murales urbanos, sino en diferentes superficies como prendas de vestir, hasta una botella de whisky escocés. Hablamos de la obra del artista colombiano Nicoläs Villamizar, AKA Acondiérisis, radicado desde hace más de 20 años en Madrid y quien ha cultivado una carrera artística marcada por la innovación y la expresión personal.
Bogotá es su ciudad natal, y aunque proviene de una familia de arquitectos, Villamizar decidió seguir un camino diferente, dedicándose de lleno a la pintura, la ilustración y la dirección creativa. Con el tiempo, su arte ha evolucionado desde sus inicios influenciados por el graffiti hacia una expresión más compleja que combina elementos del arte clásico y el arte urbano, creando un estilo único y diverso.
Su obra se puede ver en murales alrededor del mundo, desde las paredes de los hoteles Standard en Miami e Ibiza o el restaurante Kulto en Madrid. Su enfoque polifacético se refleja en su capacidad para integrar su arte en diversas superficies y contextos, desde los murales gigantes, exposiciones en Europa, hasta prendas de ropa de marcas como la londinense Lucy and Yak, botellas de whisky, como lo demuestra su reciente colaboración con Glenfiddich Gran Reserva 21 años o con Hoff, la marca española de zapatos que acaba de abrir una tienda en Bogotá.
Revista Alternativa: Tus trazos se han expandido en diferentes lugares de España, hoteles de Ibiza, bares y restaurantes de Madrid, hasta una marca de whisky. ¿Cómo ha sido este proceso de convertir estos espacios en lienzos para tu arte?
Nicoläs Villamizar: Siempre he estado en contacto con las marcas. Antes de dedicarme al 100 % al arte, trabajaba como director creativo, y siempre me ha atraído la moda, la creatividad y la ilustración en publicidad. Cuando logré hacerme un nombre en el mundo del arte, las marcas comenzaron a buscar eso, dar un paso más allá, especialmente las relacionadas con el lujo. Encontré un nicho en el tipo de arte que hago, que se puede adaptar a cualquier superficie, desde un mural gigante hasta una prenda de ropa o una botella de whisky. Además, solo colaboro en proyectos que me interesan personalmente. Por ejemplo, soy un amante del whisky, y siempre me ha encantado la elegancia asociada a este mundo.
El mundo del arte en general tiende a ser exclusivo, y muchas veces el arte es arte por arte, no tiene ese diálogo constante con el espectador, en cambio al trabajar con marcas, puedes innovar, y acercar más el arte a la gente.
En tu obra sobresale el uso de colores vivos y trazos gruesos. ¿Cómo llegaste a definir ese estilo y cómo ha evolucionado a lo largo de tu carrera?
Muchas veces, no encuentras el estilo; el estilo te encuentra a ti. Esto es algo que sucede a todos los artistas, sean pintores o músicos. Llegas a un punto en el que lo que estás haciendo te llena, y sigues ese camino. Para mí, el arte y mi manera de pintar es como un lenguaje casi escrito.
¿Cuál dirías que es el tema principal en tu obra?
Si te tengo que decir uno, diría que es la mujer y el cuerpo de la mujer, porque viene de familia. Crecí rodeado de mujeres, ya que mi padre falleció cuando era muy pequeño. Siempre estuve rodeado de mujeres, de mi madre, mi abuela… Eso como de background y luego porque me gusta como un leitmotiv, y es para mí fácil comunicarme con el cuerpo de la mujer. Los volúmenes del cuerpo femenino me sirven de lenguaje e hilo conductor para pintar.
Además, me inspira la idea de reivindicar la imagen de la mujer, que siempre le he tenido mucho respeto. Son como este mundo de diosas, de reinas y es un poco un mundo fantástico que he ido creando, y alrededor de esta diosa, que es la imagen de la mujer, siempre pongo animales en mis cuadros, que son como iconos que tiene cada uno su símbolo. Siempre hay perros, pájaros y últimamente estoy usando también serpientes o dragones. He intentado a lo largo de mi carrera crear una mitología propia, es fino, pero es infantil, me gusta estar en ese balance, es erótico, pero sigue siendo algo muy abstracto.
¿Qué emociones te gusta despertar en quienes ven y compran tus obras?
Me gusta que mis cuadros despierten un poco de nostalgia, que la gente sienta que ya ha visto esas imágenes antes. También disfruto cuando los compradores me escriben tiempo después diciendo que han descubierto un nuevo detalle en la obra. Eso es bonito, porque es un diálogo constante entre la obra y el espectador, que cambia según el momento y el mood en el que estés. Si te vas a ver el Guernica deprimido, te va a traer mucho dolor, pero si vas un domingo soleado, lo ves con otro prisma, y ves los colores diferentes.
Recientemente has estrenado tu nuevo estudio en Madrid. ¿Qué planes tienes para este espacio?
Me gustaría que mi estudio no solo fuera un espacio de creación, sino también un lugar para que las marcas desarrollen sus proyectos y un sitio de encuentro creativo. Uno de mis objetivos es organizar cenas secretas que combinen arte y gastronomía, donde un chef reconocido y yo crearemos una experiencia única para un grupo selecto de personas vinculadas al arte, la moda y la creatividad, que aparte de la experiencia y que haya un live painting, sea un encuentro de gente con intereses en común. También me gustaría hacer pequeños pop-ups con artistas emergentes.
Llevas casi 20 años viviendo en España, pero ¿has seguido conectado con tu Colombia natal?
Siempre he querido mantener el contacto con Colombia, pero cuando me fui, no tenía intención de buscar a otros colombianos. Quería conocer personas de diferentes culturas. En los últimos años he intentado reconectar con mi país y me gustaría repetir la trayectoria que llevo aquí y hacerlo allá. Entrar en el circuito creativo de Colombia, colaborar con marcas, hacer una exposición, y entablar ese diálogo con la gente y las marcas. En Colombia cada vez se valora más el arte y los ojos están más abiertos.
Precisamente acabas de hacer una colaboración en Colombia con Hoff, la marca española de zapatos…
Si, ellos siempre colaboran con artistas, y me llamaron porque justamente abrieron una tienda en Bogotá. Fue muy bonito, porque di un taller con influencers de moda, y es lo que me gusta, estar en contacto con la gente, contarles cómo veo el arte y cómo es mi manera de crear y dibujar.
¿Qué te inspira cuando regresas a Colombia?
Me inspira sobre todo el color. Colombia es un país increíblemente colorido, por ejemplo, los pájaros que existen. ¡Colombia es uno de los países con mayor diversidad de pájaros, o de las frutas! Tú vas a una frutería y es maravilloso.
El colorido, y ya no sólo real, sino humano, cuando tienes contacto con la gente en Colombia es diferente, te vas al campo, a la Costa, y son cálidos. Es como llenarte de vida y de color y va perfecto con mi obra.
¿Tienes algún sueño artístico o personal por cumplir?
El otro día estuve en el Museo Reina Sofía, me fui solo un domingo por la mañana, y pensaba que uno de los más grandes lujos de esta ciudad son los museos que tenemos, en una calle tienes el Thyssen, el Reina Sofía, Prado, el CaixaForum y son todos de un nivel top, que a veces los damos por sentado. Fui al Reina Sofía y me compré un imán y lo puse en la campana de mi cocina y dije: “esto lo voy a poner aquí para visualizar que un día voy a tener una exposición en el Reina Sofía”, ese es uno de mis sueños más cercanos.
¿Qué proyectos tienes para los próximos meses?
Estoy trabajando en varios proyectos. Uno de ellos es explorar la iconografía precolombina y la cultura indígena en Colombia, especialmente en el Amazonas, me gustaría desarrollar una nueva serie de obras. También estaré participando como jurado en el concurso Versiona Thyssen, que invita a creativos de todo el mundo a reinterpretar obras de la colección Thyssen-Bornemisza. Y en septiembre, presentaré la exposición "Sosiego", estoy muy ilusionado porque en temática es un poco diferente a lo que vengo haciendo, con un enfoque más calmado y sereno. Va a haber color, porque tiene que haberlo, pero desde otro punto de vista.
