La capital española no deja de sorprender en cuanto a su oferta gastronómica, cultural y de entretenimiento. Restaurantes hay muchos y todos los días hay nuevas aperturas. La más reciente novedad culinaria que abrió sus puertas hace unas semanas se llama Rhudo y tiene detrás al reconocido chef madrileño con dos estrellas Michelin, Paco Roncero y un distinguido equipo de la industria del entretenimiento y el deporte: los actores Álex González y Miguel Ángel Silvestre, el jugador de la selección española Marcos Llorente y el campeón mundial Antoine Griezmann.
Cinco amigos con diferentes talentos que más allá de los estadios de fútbol y los sets de grabación comparten un mismo gusto: la amistad y la buena mesa.
“Rhudo Madrid va más allá de ser solo un restaurante; estamos encantados de traer algo nuevo y emocionante al mundo de la restauración. Aspiramos a crear un espacio donde una comida excepcional se mezcla con una atmósfera vibrante y el encanto se entrelaza con el mejor ambiente”, aseguran los protagonistas de esta historia.
Además de ser un templo gastronómico durante el día, con servicio de almuerzos y cenas, Rhudo Madrid está concebido como un lugar para “ver y ser vistos”, con un ambiente divertido y animado, amenizado por DJs, durante la madrugada. El interiorismo es parte esencial del proyecto; ideado por Archidom Studio, busca influir en la interacción entre el cuerpo y el espacio fusionando la estética y funcionalidad, consiguiendo espacios minimalistas y cómodos pero muy expresivos.
En esta nueva propuesta gastronómica, Roncero ha diseñado la carta con una filosofía que se aleja de la cocina de vanguardia por la que más se conoce al chef madrileño. La oferta apuesta por unir la cocina mediterránea con la latina, con una gran influencia de países como México, Venezuela y Colombia, donde ha sido juez en Master Chef y Bake Off durante varios años. Platos especialmente pensados para compartir, llenos de color y matices, con salsas y aliños de acento viajero, que transforman y enriquecen un producto de primera mediante especias y frutas de ultramar.
Destaca el capítulo de raw bar —los crudos tienen un gran protagonismo—, con ostras Guillardeau número 3, al natural o con diferentes aliños: leche de tigre con corazones de palma, mignonette de fruta de la pasión, carpaccios, como el de pulpo con ensalada griega de berenjena y queso feta y varios ceviches en sabrosas preparaciones, corvina en adobo rojo o langostinos en aguachile de coco, cilantro y lima. Perfectos para compartir al centro son los mejillones al huacatay o el dip de semillas de calabaza.
Cuenta también con diferentes ensaladas y verduras, como la lechuga a la brasa con pipián de menta o los cogollos con melocotón, variedad de arroces cambiante, por ejemplo, con jarrete de cordero y huitlacoche, pescados a la brasa o a la sal con mojo verde, un soberbio steak tartar de solomillo de vaca rubia, con crema al ají y chips de tupinambo, costillas de ternera a baja temperatura o de cerdo ibérico crujientes y tuétano a la brasa con carabinero.
La experiencia gastronómica en Rhudo Madrid está meticulosamente liderada por Paco Roncero, junto con Bruno Serenelli, director de sala, y el sumiller italiano Angelo Casali, quien supervisa una bodega con más de 500 referencias, equitativamente compuesta por etiquetas nacionales e internacionales.
Y la oferta líquida no se queda atrás, diseñada por el mixólogo Miguel Pastor, complementa la propuesta culinaria con una cuidadosa selección de cócteles de autor, impregnados de ingredientes latinos y ricos en texturas.
Rhudo no solo satisface el paladar, sino que también cautiva los sentidos, prometiendo ser el lugar de referencia para quienes que buscan fusionar la exquisitez culinaria con la sofisticación y el dinamismo de la escena madrileña. El nuevo place to be de la ciudad.
