Un flamante Ferrari rojo de 1962 recaudó 51,7 millones de dólares en una subasta en Sotheby's y eclipsó una jornada de ventas centrada en el arte modernista, superando a cotizados pintores como Claude Monet.
Según Sotheby's, el deportivo modelo GTO logró el doble hito de convertirse en el vehículo más caro de Ferrari y el segundo más caro de la historia vendido en subasta, por detrás de un Mercedes-Benz que alcanzó 135 millones de euros (unos 144 millones de dólares) el año pasado.
La institución dio la noticia antes de dar paso a una venta de arte de los siglos XIX y XX en la que las mejores estimaciones estaban en torno a los 30 millones de dólares y no hubo sorpresas, sobre todo tras las abultadas cifras de la semana pasada.
El impresionista francés Monet firmó las dos obras más valiosas de este lunes: "Peupliers au bord de l’Epte, temps couvert", que se vendió por 30,8 millones, y "Le Moulin de Limetz", por 25,6 millones; otros dos cuadros suyos se vendieron por 8,6 y 4,8 millones.
Una de las obras destacadas, "Compotier et guitare" de Picasso, estimada en unos 25 millones, se quedó en 23,4; mientras que un Chagall y un Balthus que aspiraban a recaudar hasta 18 millones se conformaron con 15,6 y 14,7 millones, respectivamente.
Sí sorprendió una inusual pintura sobre papel de Mark Rothko, sin título y en tonos azules, al convertirse en objeto de una tensa puja en la que finalmente ganó un comprador presente en la sala que gastó más del doble de su horquilla máxima: 23,9 millones.
De las cerca de 40 obras que se subastaban, varias fueron retiradas y otras no encontraron comprador, y generalmente los precios finales estuvieron por debajo de las estimaciones más optimistas, pero en muchos casos también por debajo del mínimo.
Pese a los hitos marcados, al Ferrari protagonista de la tarde formó parte de esa tónica, ya que según medios especializados partía de unos 60 millones de dólares, señal de que hasta los compradores de artículos de lujo parecen estar siendo cautelosos.
Sotheby's recaudó más de 400 millones la semana pasada con la colección de Emily Fisher Landau, la más rentable reunida por una mujer coleccionista y en la que despuntó el segundo Picasso más caro, "Femme a la montre", que alcanzó 139 millones.