Benjamín Villegas. Foto:Hansel Vásquez.
Por: Javier Villarraga
Periodista Revista Alternativa
Cuando se habla de libros en Colombia no se puede dejar de mencionar a Villegas Editores, una empresa que en el 2023 cumple sus “bodas de oro”, medio siglo en el que han producido más de 300 libros de gran formato y de altísima calidad.
No es fácil completar cinco décadas de trabajo continuo y mantenerse como un referente de la industria editorial, pero gracias a la labor de su fundador Benjamín Villegas, la empresa ha podido seguir vigente y superar con éxito las transformaciones de la producción de libros pasando por la tipografía, la litografía, el offset y la impresión digital.
Benjamín es un bogotano adelantado en muchos temas, se destacó en varios campos profesionales en los que se desempeñó. Siempre se caracterizó por un afán de conocimiento que a su vez despertó por su gran afición a la lectura, un gusto que le debe a su señora madre quien le dejaba libros, que a su criterio eran apropiados para que leyera en la medida que iba creciendo.
Inicialmente Benjamín quiso ser escritor, durante su época de colegio leía y escribía bastante y siempre se destacó por ello, pero no lo suficiente para superar a su compañero de curso Mario Ochoa. El hecho de que en su misma clase ya hubiera un escritor mejor que él, no lo alentaba a seguir ese camino como profesión en la vida y terminaría decidiéndose por Arquitectura.
Cuando cursaba tercero de bachillerato logró que le publicaran textos en El Aguilucho, la revista de los alumnos del Gimnasio Moderno, la misma que tres años más tarde se encargaría de dirigir durante dos ediciones y en las que también ayudó en la parte de la ilustración. Sin duda una gran experiencia que le sirvió para futuros proyectos editoriales.
Cuando estaba cursando su segundo semestre de Arquitectura, Fabio Hencker, amigo de la casa y segundo de relaciones públicas de la Esso Colombiana, le ofreció el trabajo del diseño, la diagramación y la coordinación editorial de la revista Lámpara, la más hermosa que se publicaba en esa época en el país pero que había entrado en una crisis, razón por la cual necesitaban de un joven que fuera talentoso pero que no cobrara mucho. La experiencia en El Aguilucho, sumada a su gran destreza para la ilustración y del antecedente de ser hijo del exdueño de Litografía Colombia, le daban los méritos suficientes para hacerse cargo de la publicación.
La experiencia en la revista Lámpara le permitió además de conocer gente muy influyente, aprender todo lo relacionado con el oficio para montar su propia oficina de diseño y publicaciones, con la cual hizo trabajos para reconocidas empresas como el Banco de Bogotá, Banco de Colombia y Banco Popular, que fueron descubriendo que con buen diseño y calidad de impresión se podía tener una mejor imagen institucional.
En la biblioteca de la editorial reposa por lo menos un ejemplar de los más de 300 títulos que han publicado. Foto por Hansel Vasquez
De Villegas Asociados a Villegas Editores
Por cuestiones legales Benjamín se vio en la necesidad de constituir una razón social con la cual pudiera ejecutar todos los trabajos que le encargaban, que no solamente correspondían a impresos, de hecho Villegas Asociados fue una empresa de múltiple creatividad gráfica con la cual también participó como productor de un par de documentales de cine, programador y director de dos programas periodísticos de televisión, medio en el que estuvo con la programadora TV13.
Con el paso de los años, el tema de los libros de gran formato, ilustrados y de alta calidad comenzó a tomar cada vez más fuerza, mientras que en los años 70 alcanzaron a publicar cerca de 10 libros, para la década de los 80 fueron dos o tres al año y en los dos últimos años del periodo presidencial de Belisario Betancur les encargaron siete libros. En ese momento el editor descubrió que eso era lo que más le gustaba hacer en la vida y se convenció de que su misión era producir documentos impresos importantes sobre aspectos positivos del país, de ahí el eslogan de Villegas Editores, “La buena imagen de Colombia”.
En la biblioteca de la editorial reposa por lo menos un ejemplar de los más de 300 títulos que han publicado, por lo que le resulta complicado al dueño y fundador escoger sus favoritos pero en su memoria prodigiosa recuerda algunos nombres relacionados con sus grandes aficiones en la vida como la historia de Bogotá, la historia de la fotografía en Colombia, los libros de arte de Gonzalo Ariza, los libros de la ruta de Humboldt de Colombia y Venezuela, los libros de la Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, la colección de libros de Botero, los libros de los Parques Nacionales de Colombia, la colección de las casas colombianas y aquellos sobre aves y mariposas.
Portada libro: Colombia país de las mariposas, Villegas Editores
Portada libro: Parques Nacionales Naturales de Colombia, Villegas Editores
Historia de retos
Esta editorial ha tenido la suerte de contar con el respaldo de empresas privadas que han financiado buena parte de los proyectos, no obstante eso no quiere decir que no han tenido que asumir retos importantes, uno de ellos fue la circulación internacional, meta que se propusieron a finales de los años 80, y que para cumplirla Benjamín comenzó a asistir a ferias de libros reconocidas en Frankfurt y Estados Unidos, que no son ferias para vender libros, sino para vender o comprar proyectos. Su intención no era comprar sino vender sus proyectos que a propósito son primeras ediciones originales para que pudieran trascender en el mundo, logrando que algunas se publicaran en otros idiomas.
Vender los derechos de los libros a otras editoriales internacionales para circular en el exterior, fue otro de sus alcances así como también la distribución desde los Estados Unidos tanto en español como en inglés para que llegaran a otras partes del mundo. En el año 89 fueron adquiridos los derechos de un libro sobre la guadua, por Rizzoli International Publications de Nueva York, luego también les compraron los derechos de Artefactos y otros que divulgaron bajo un sello editorial distinto.
Su misión es producir libros que muestren aspectos positivos del país, por eso la razón del eslogan “La buena imagen de Colombia”. Foto por: Hansel Vasquez
Incursión en la era digital y promoción por la lectura
Uno de los valores agregados de Villegas son los formatos de los libros, por lo que la llegada de la era digital fue un motivo de preocupación, no obstante desde hace unos años la editorial decidió ofrecer el servicio de las versiones digitales, siempre y cuando también haya una cantidad de ejemplares impresos de por medio. Benjamín prefiere los impresos pero también es consciente de que pueden estar disponibles en otros formatos de hecho, tienen un proyecto que se llama 100libroslibres.com con el cual la editorial comparte de manera gratuita los contenidos suscritos y gráficos de más de 154 títulos.
Con respecto a las campañas de promoción de lectura, el bogotano considera que no obtienen los resultados esperados porque aunque los niños pueden leer en el colegio o en las bibliotecas, muchas veces no tienen la posibilidad de tener los libros en sus casas y tampoco existe el ejemplo. “Yo me volví lector porque tuve ejemplo de lectura, me volví lector porque tuve el privilegio de tener los libros en mi casa, no necesariamente los libros del colegio. Pienso que esas campañas tienen que ser también para los padres y de alguna manera tiene que haber algo que no existe, que es el volumen necesario para poder dotar a los hogares con series de libros de interés familiar, interés infantil y juvenil para sus hijos” asegura el editor.
“Tienen un proyecto que se llama 100libroslibres.com con el cual la editorial comparte de manera gratuita los contenidos suscritos y gráficos de más de 154 títulos”
Proyectos
Benjamín se siente muy orgulloso de lo que ha conseguido y goza de la satisfacción del deber cumplido, dentro de sus planes no contempla la opción de retiro, de hecho a sus 74 años, sigue pensando en proyectos a futuro, su deseo más próximo es lanzar una línea especial de sus bestseller, es decir sus libros más vendidos pero en formatos más sencillos y pequeños de manera que puedan ser más asequibles al público. También piensa retomar su rol de diseñador gráfico específicamente aplicado en el diseño de marcas, símbolos y logotipos, en lo cual se destacó en el pasado y para lo cual se está preparando nuevamente.