“Bogotá es una ciudad en obra”. Esa frase la ha repetido varias veces el alcalde Carlos Fernando Galán, debido a que, simultáneamente, avanzan varias obras de infraestructura que disminuye carriles de tránsito vehicular en vías principales, lo que provoca más congestión en varios puntos y aumenta el tiempo de desplazamiento. Pese a esa incomodidad, el exdirector del Instituto de Desarrollo Urbano, Diego Sánchez, ofrece un balance positivo, porque los trabajos se han desarrollado según lo previsto y en 2025 – 2026 se comenzarán a ver los resultados.
Gran parte de esos proyectos son parte de la primera línea del Metro. Esta ejecución está compuesta por la primera fase de diseños y posteriormente conseguir la financiación, a través de una concesión. Después el contratista va a operar y mantener esa infraestructura por casi 20 años.
Sánchez Fonseca indicó que por ser un modelo concesionado integral que le corresponde diseñar, construir, poner los trenes y los sistemas ferroviarios, así como conseguir financiamiento, se beneficia a la comunidad, porque debe recuperar la inversión, debido a que los bancos que financiaron están vigilando que las obras se desarrollen en el tiempo estipulado. “Hay un incentivo, pero también beneficio de que las obras se hagan oportunamente”, dijo.
Los dos frentes de obras acordados para arrancar era el patio portal en la localidad de Bosa y la intersección de la calle 72, en el primero las obras avanzaron más rápido de los previsto, pero en el segundo punto hubo inconvenientes propios de los trabajos de infraestructura. “En ciudades construidas siempre vamos a encontrar problemas de redes, arqueológicos, hallazgos, dificultades que han provocado que el contratista responsablemente diga yo no logro cumplir en el plazo”. Por ese incumplimiento ha pedido “comprar plazo”, una figura permitida en el contrato que le permite pagar por no culminar en el lapso previsto.
El deprimido de la Calle 72, que estaría listo este enero de 2025, servirá para adecuar la infraestructura y que haya tráfico por debajo de la avenida Caracas.
“El resto del viaducto va avanzando demasiado bien, lo puedo decir porque fui gerente de estructuración de la primera línea, desde la Financiera de Desarrollo Nacional, conozco muy bien el contrato y lo que han hecho. Este año he visitado la obra dos veces. Con certeza le digo que tenemos la capacidad técnica que yo jamás había visto en una obra pública en mi vida. Están implementándose equipos y tecnologías que no habíamos tenido en Colombia, se está trayendo conocimiento de cómo ejecutar este tipo de infraestructura y avanzan bastante bien”.
En varios sitios de los 24 kilómetros ya se han instalado los pilotes del puente y se han construido muchas redes de servicios públicos y se han trasladado tubería, cuyos trabajos el ciudadano común no percibe.
“En el 2025 seguirá viéndose una cantidad de obras por toda la avenida Caracas, la 1° de Mayo, construyendo tramos de viaductos, seguramente tendremos tramos completos, concluidos”.
Se espera que los dos primeros trenes que van a llegar en septiembre de 2025 hagan pruebas en cinco kilómetros que ya tengan rieles, para hacer las primeras pruebas y armonizar la infraestructura ferroviaria con la infraestructura física.