La tensión se ha apoderado del equipo Red Bull, actual campeón del Mundial de Constructores de la Fórmula 1, mientras se cuestiona la continuidad de Max Verstappen en la escudería. La situación interna del equipo se ha visto agitada desde la reciente muerte del empresario Dietrich Mateschitz, lo que ha generado un vacío de poder y conflictos entre los directivos por asumir el liderazgo, mientras Verstappen se encuentra en medio de la disputa.
A pesar de las recientes victorias de Verstappen en los Grandes Premios de Baréin y Arabia Saudita, su permanencia en Red Bull no está garantizada, a pesar de su contrato de largo plazo hasta el 2028, debido a una cláusula que le permitiría su salida. El neerlandés ha expresado su necesidad de contar con el apoyo de su mentor, Helmut Marko, en el equipo, cuya salida podría influir en su propia decisión.
Sin embargo, la situación en Red Bull no ha sido pacífica. Disputas internas entre el padre de Verstappen, Jos Verstappen, y el jefe de equipo Christian Horner, así como denuncias por comportamiento indebido contra Horner, han contribuido a la incertidumbre en el equipo. Esta situación ha llevado a especulaciones sobre la posible salida de Verstappen y su interés en unirse a Mercedes, en busca de estabilidad y oportunidades en otro equipo de renombre.
El comentarista británico Johnny Herbert ha expresado su preocupación por el impacto negativo de esta situación en la Fórmula 1, señalando que la posible salida de Verstappen de Red Bull sería una pérdida para el equipo y el deporte en general. La posibilidad de que Verstappen se una a Mercedes podría cambiar drásticamente el panorama de la competición, especialmente después de la salida de Lewis Hamilton a Ferrari en 2025.