James Rodríguez, bendecido por los dioses del fútbol, muy pronto se convirtió en titular de la prensa rosa de Europa y suplente permanente de los equipos élites de España, Alemania e Inglaterra. El ocaso de un ídolo.
Por: Juan Antonio Gil Franco, periodista Revista Alternativa
La tarde del 28 de junio del 2014, en el estadio Maracaná, Río de Janeiro, James Rodríguez deslumbró al planeta fútbol en plenos octavos de final de la Copa Mundo. Su golazo contra Uruguay, no solo le dio el paso a la selección Colombia a cuartos de final en la tierra de la zamba y el juego bonito, sino que le abrió las puertas de par en par de la élite europea. Por 80 millones de esa época, llegó al Real Madrid, donde fue recibido como una mega estrella.
Los cronistas y analistas del fútbol español, como Jorge Valdano, lo recibieron como un futbolista que muy pronto triunfaría en un equipo de leyendas como Di Stéfano, Raúl, Zidane, Roberto Carlos, David Beckham, para mencionar solo algunos del pasado y con Cristiano Ronaldo como compañero de equipo. Además, su entrenador sería Carlo Ancelotti, que muy pronto lo cobijó como un hijo.
Pero la estrella de James comenzó a ser muy fugaz. La prensa rosa española comenzó a dar cuenta de sus salidas nocturnas, la llegada tarde a entrenamiento, la persecución de la policía por exceso de velocidad, los rumores de infidelidad y muy pronto de una posible separación. A eso se comenzó a sumar las constantes lesiones, que fueron atribuidas en buena parte a que no cumplía a rajatabla su dieta, descanso y exigencia en el entrenamiento.
Muy pronto se convirtió un jugador controversial, con un sueldo millonario -8 millones de euros por temporada-, que permanecía más tiempo lesionado o en la banca y cada vez menos en los terrenos de juego. La salida de Ancelotti fue el detonante que dejó al descubierto que James era más amigo de la vida social que del fútbol. Los siguientes entrenadores del Real Madrid, Rafa Benítez y Zidane, lo condenaron a un segundo plano, mientras su vida personal era portada constante de los tabloides rosa de España y en especial de Madrid.
De equipo en equipo
El fulgor de James Rodríguez, la joya del fútbol colombiano, ha sido empañado por una serie de controversias y malas decisiones que han marcado su carrera en los principales clubes europeos. Desde su irrupción deslumbrante en el Mundial de Brasil 2014 hasta su declive en el Everton, y su fútbol ausente en clubes que le abrieron la puerta, pero vivieron una experiencia decepcionante, su trayectoria ha estado plagada de altibajos y salidas tumultuosas.
El talento innegable de James lo llevó a destacar en el Porto, donde ganó títulos y alcanzó el reconocimiento mundial. Sin embargo, su relación con el entrenador André Villas-Boas se volvió tensa debido a su actitud en el entrenamiento y su falta de compromiso. Villas-Boas declaró en ese entonces: "James es un jugador extraordinario, pero necesita trabajar más en su actitud profesional. No basta con el talento, se requiere dedicación y disciplina".
El siguiente destino de James fue el Mónaco, donde brilló nuevamente, pero su estancia fue efímera debido a su deseo de dar el salto a un club de mayor renombre. Esta ambición lo llevó al mejor club de la historia, Real Madrid, donde inicialmente deslumbró con destellos de genialidad. Sin embargo, su relación con el técnico Zinedine Zidane se volvió tormentosa, con rumores de indisciplina y desavenencias en el vestuario. Zidane, en una conferencia de prensa, expresó su frustración: "él es un jugador con talento, pero no ha logrado adaptarse al ritmo y la exigencia del equipo. Necesita comprometerse más con el grupo y mostrar una actitud profesional en todo momento".
A pesar de algunos momentos de brillantez, las lesiones y su falta de adaptación al estilo de juego del Real Madrid lo llevaron a buscar oportunidades en otro lugar. Su cesión al Bayern de Múnich ofreció una nueva esperanza, pero las críticas sobre su actitud y su rendimiento inconsistente persistieron. El entrenador Niko Kovač comentó en una entrevista: "James tiene un talento excepcional, pero su falta de compromiso con el equipo y su irregularidad en el rendimiento lo han convertido en un jugador difícil de gestionar".
No obstante, aunque tuvo una temporada con goles, buen juego y se destacó en la Bundesliga, el colombiano no daba con el clima, ni con los horarios de entrenamiento y menos con las exigencias adicionales que el club ofrecía a sus jugadores. De allí, el colombiano regresaría al Real Madrid, donde nuevamente las lesiones y su actitud no le ayudaron.
Finalmente, su llegada al Everton despertó expectativas, pero una vez más, las controversias lo persiguieron. Problemas de disciplina, rumores de conflictos en el vestuario y una actitud desafiante ante las decisiones del entrenador minaron su permanencia en el club. Carlo Ancelotti, su exentrenador en el Everton, expresó su decepción en una rueda de prensa: "Sé que es un jugador con talento, pero su comportamiento fuera del campo ha sido decepcionante. Necesita entender que el fútbol es un deporte de equipo y que su actitud afecta al rendimiento colectivo".
Adiós Europa
En medio de cada salida tumultuosa, James ha ofrecido diversas excusas y justificaciones, desde problemas personales hasta diferencias con los técnicos. Sin embargo, su historial de conflictos y mal comportamiento ha eclipsado su talento y le dejó a muchos de sus seguidores, una pregunta en el aire: ¿podría James Rodríguez recuperar su brillo y redimirse en el mundo del fútbol?
No. El juego y futuro de James, se convirtió en algo que todos podían predecir. Luego de estar en Europa, el destino fue Catar, en septiembre del 2021, el colombiano arribó al Al Rayyan S.C., en dónde a pesar de ser una figura destacada y lucir durante los primeros partidos que disputó, la paciencia se fue colmando y la pereza apareciendo, diferencias con el cuerpo técnico y las lesiones hicieron que luego de una temporada discreta, el 15 de septiembre de 2022, Al-Rayyan rescindiera el contrato de James Rodríguez de mutuo acuerdo con él.
Sin muchas opciones, desde Grecia le ofrecieron regresar al fútbol europeo. Con una rebaja considerable de sueldo y un contrato de un año más otro opcional, James llegó al Olympiacos. Siete mes, sí, siete meses después, y nuevamente de mutuo acuerdo, rescindieron el contrato.
Tras pasar 107 días sin club, Sao Paulo oficializó la llegada del 10 al club brasileño. Junto a otras estrellas como Lucas Moura, el equipo apuntaba a dar pelea y ser uno de los punteros del campeonato. Sin embargo, las actuaciones no fueron las más esperadas, los minutos no fueron en gran cantidad, y hasta fue excluido de convocatorias para algunos juegos importantes a raíz de las lesiones. Tan solo 13 partidos pudo disputar y un gol anotar.
Para comienzos del 2024, cuando estaba por empezar la temporada para el cuadro de Brasil, volvieron los problemas al entorno de James. A pesar de que su compañero de equipo, Rafinha, reconoció que estaba juicioso, el futuro del jugador se desvaneció. "Entrena bien, no llega tarde, no falta el respeto a nadie, participa en las situaciones”, dijo el brasileño.
El volante colombiano, empezó a dar de que hablar a los medios, pues se empezaron a conocer comentarios y desacuerdos con las directivas del club. La no convocatoria al juego de Supercopa de Brasil, por cuidarle de una lesión, alteró, según los medios, el rumbo de James.
Seis meses pasó Rodríguez en el club de Brasil y aunque el jugador, según informó el entrenador Thiago Carpini, dejó clara su intención de dar por finalizado su ciclo en el club 'tricolor', los valores de la rescisión del contrato impiden que se oficialice definitivamente la no continuidad del volante. De hecho, en Colombia se reveló que la relación entre club y futbolista podría terminar en los tribunales y no se descarta que James demande al São Paulo.
Una vez más, el 10 se encuentra a la espera de resolver su futuro. Por el momento, equipos de Argentina, Estados Unidos y Turquía, han sido vinculados con un posible fichaje del colombiano. Pero aún sin algo claro, James ha desperdiciado oportunidades valiosas para recuperar el nivel que tuvo años atrás. La figura de la Selección Colombia, nuevamente firma el fin de una experiencia, saliendo por la puerta de atrás.
La decadencia del 10 no se puede esconder con algunas buenas actuaciones. En la selección Colombia, donde siempre fue recibido como una super estrella, también terminó estrellado. Sus propios compañeros expresaron que su permanencia era toxica para el grupo.
Eso sí, continua ocupando las primeras páginas de la prensa rosa por sus sonados romances, se le atribuyen entre ellos con Shannon de Lima, Karol G, las modelos Helga Lovekaty, Aleska Génesis la actriz Kimberly Reyes, y la lista es infinita.
James, el jugador que en la tierra de la samba y juego bonito, fue rey, ahora es un veterano poco deseado en los camerinos del fútbol élite de Europa y Suramérica. En el ocaso de su carrera, podrá vestir los colores de algunos de los equipos del pésimo torneo colombiano.